Redacción Construir
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Una decoración navideña sin guirnaldas no se puede imaginar. Estos adornos clásicos y que no pasan de moda son tradicionales. Así como tampoco se concibe un arreglo sin velas de colores.
En la actualidad, es más fácil decorar los ambientes de una vivienda por la disponibilidad de adornos navideños que existen en los centros comerciales y locales exclusivos. Hay gente que sin ser especialista en decoración tiene una extraordinaria sensibilidad para armonizar tamaños, proporciones y tonalidades.
Sin embargo, este año la Navidad se ha aliado a un tema mundial: la ecología. Materiales naturales como la madera en estado puro, lana, mimbre sin tratar… se adaptan a la perfección a formas clásicas de adornos navideños, hechos artesanalmente.
Además, dice la decoradora Blanca Tolosa, de Tendenza Design, la ausencia casi total del color hace que estos detalles puedan incorporarse en ambientes minimalistas donde primen las paredes blancas, o en espacios que hayan sido decorados en tonos tierra, como la gama de los tonos marrones y beige.
La iluminación juega un papel importante en la decoración navideña, pues es la encargada de contribuir a crear una atmósfera acogedora, que no puede faltar en estas fechas en una casa.
Se la puede conseguir, dice la decoradora Gloria Núñez, con adornos luminosos, elaborados en mimbre, como árboles de diversos tamaños y formas, y el pequeño reno, que llevan pequeñas luces en su interior.
Cualquier rincón de la casa será idóneo para este tipo de detalles: El recibidor, pasillo, descanso de la escalera, entre otros.
Katty Hernández, del Paraíso Encantado, comenta que los arreglos navideños son diversos. “Los árboles mágicos están elaborados con alambre y perlitas y como son brillosos cuando se les coloca luces destellan luz. Las guirnaldas también son de luz”.
Los bombillos medianos no han perdido su espacio pero, ahora hay muñecos en tela que se pueden colocar en el árbol.
Adicionalmente la mesa navideña debe lucir la decoración propia de este festejo. La mesa, con un mantel de Navidad, a juego, en lo posible, con la vajilla, y el centro de mesa, con unas hermosas velas de color verde y rojo.
Si el tamaño de la mesa del comedor y el número de familiares permite sentarse cómodamente, se puede optar por colocar platos bases (no indispensable).
A la derecha del plato se colocan las copas que pueden ser de color; los cubiertos se ubican de afuera hacia adentro, en orden del menú que se planee servir, los cuchillos y las cucharas al lado derecho del plato; a la izquierda los tenedores, y en arriba el cubierto de postre.