Seúl, AFP
La sorpresiva visita del ex presidente estadounidense Bill Clinton a Corea del Norte puede conducir a un diálogo directo entre los dos países y apaciguar las tensiones regionales, afirmaban este viernes los analistas.
Clinton regresó a su país acompañado por las dos periodistas norteamericanas encarceladas, que se beneficiaron de un indulto del líder norcoreano Kim Jong-Il. Se trata de un vuelco radical en el marco de fuertes tensiones provocadas por los ensayos nucleares y los lanzamientos de misiles del país comunista asiático.
Los analistas surcoreanos vieron la gestión de Clinton y sus resultados como algo positivo, pero los diarios advirtieron que el gobierno conservador de Corea del Sur debería tener cuidado de no quedar al margen si se fortalecen los vínculos entre Corea del Norte y Estados Unidos.
Cheong Seong-Chang, del Instituto Sejong, afirmó que la visita de Clinton fue un juego en el cual las dos partes “sólo podía salir ganando”, dado que Estados Unidos logró liberar a sus periodistas y Kim demostró que sigue llevando las riendas a pesar de sus problemas de salud.
El líder norcoreano, de 67 años, aparentemente sufrió un derrame cerebral hace un año, y actualmente parece enfermizo y envejecido.
“A Corea del Norte no le quedan más cartas después de sus ensayos nucleares y sus ensayos de misiles”, dijo Cheong a la AFP . “Es probable que piense que ha llegado la hora del diálogo, y el viaje de Clinton fue oportuno”, agregó.
“Es probable que ambas partes hayan llegado a un consenso de que había que detener la escalada de las tensiones”, destacó.
El profesor Koh Yu-Hwan, de la Universidad Dongguk, sostuvo que el resultado de este viaje fue “generalmenet positivo” para ambas partes, aunque Corea del Norte ganó más “utilizándolo para propaganda política”.
Este especialista afirmó que el viaje de Clinton le dio a Washington una oportunidad sin precedentes de tener una idea de lo que piensan Kim y otros dirigentes norocoreanos.
Corea del Norte mejoró su imagen, Kim fortaleció su legitimidad y demostró que su liderazgo sigue siendo firme, insistió este analista.
“No habrá un vuelco rápido ni radical en las relaciones únicamente a causa del viaje de Clinton, pero Corea del Norte podría comenzar a tender una rama de olivo sin incrementar aún más las tensiones”, dijo Koh.
“Llevará tiempo, pero el viaje aparentemente ayudará a crear un nuevo estado de ánimo para el diálogo”, añadió.
Daniel Pinkston, analista del International Crisis Group, dijo que esta visita “revela información sobre las intenciones del Norte”.
“Es un paso necesario pero no suficiente para resolver problemas”, dijo, agregando que era “prudentemente optimista”.
Chosun Ilbo, el diario de mayor circulación en Corea del Sur, afirmó que esta visita abre el camino para una nueva era en las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte.
“Es tan sólo una cuestión de tiempo para ver el comienzo de negociaciones bilaterales Estados Unidos-Corea del Norte, aunque no inmediatamente”, afirmó en un editorial.
Sin embargo, Chosun Ilbo advirtió que “Nadie puede negar que Corea del Sur es la parte más importante involucrada en la cuestión de la Península Coreana. Toda decisión que se tome sobre la península en ausencia de Corea del Sur será inevitablemente nula y sin efecto”.
Corea del Norte siempre fue partidaria de un contacto directo con Estados Unidos, que a su vez insiste en que Pyongyang debe volver a las conversaciones sobre el desarme nuclear de las seis partes (EE.UU., China, Rusia, Japón, Corea del Norte y Corea del Sur) .
Las relaciones de los dos vecinos coreanos empeoraron considerablemente desde que el presidente surcoreano Lee Myung-Bak asumió el cargo en febrero de 2008. El mandatario enfureció a las autoridades comunistas al vincular una importante ayuda económica a Corea del Norte al desarme nuclear de este país.
El diario surcoreano Hankyoreh (izquierda) pidió a Lee que ajustase lo que catalogó de política hostil hacia Corea del Norte para adaptarse a los acontecimientos.
El cotidiano Joongang también dijo que Seúl debería buscar un avance en las relaciones intercoreanas.