Según dos ministros, el estado de salud de los jóvenes estudiantes detenidos por protestar es normal. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
En una rueda de prensa que se realizó la tarde de este viernes 26 de septiembre, la ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, y el del Interior, José Serrano, aseguraron que los reportes médicos que recibieron sobre los 53 detenidos tras las protestas del Colegio Mejía muestran que su estado “es normal”.
Explicaron que la Cruz Roja evaluó a cada joven y determinó que ocho necesitaban exámenes adicionales. “Incluso las recomendaciones en ciertos casos han descartado tratamientos espefícos”, dijo Zúñiga. E indicó que solo se les ha tratado con analgésicos.
Serrano dijo que los estudiantes presentaban escoriaciones, magulladuras y traumas que se hicieron en el momento de la detención porque la Policía no pide que se detengan con “pétalos de rosa”.
Reconoció que los sospechosos tras ser arrestados fueron llevados al Regimiento Quito 2, en el Centro, y no a la Unidad de Flagrancia, pero -dijo- “fue por un tema de espacio”.
También aseguró que pondría una denuncia contra Gonzalo Realpe, abogado de los detenidos, a quien conminó días atrás a probar lo que él denunció como supuestas “torturas, tratos crueles y degradantes contra los jóvenes”.
Y además indicó que presentaría una queja ante el Consejo de la Judicatura en contra del abogado.
Testimonio de un un padre mantiene la supuesta agresión
Hernán Beltrán, padre de uno de los 42 estudiantes del Colegio Mejía, detenido tras las protestas de la semana pasada, dijo en una entrevista en Ecuadoradio que vive un viacrucis desde la detención de su hijo.
“Mi hijo es una persona que estudia en la sección nocturna del colegio Mejía, tiene 24 años. Cuando se dieron los hechos, el jueves, fue capturado por la Policía. A mí no me consta nada. No he podido verlo, porque no he entrado a la cárcel porque tengo fobia a este lugar”.
“Asistí a conversar incluso con el Ministro de Educación. Le dije la forma cómo lo detuvieron. Para mí como padre él sigue siendo inocente. Lo detienen porque estuvo en el lugar y el momento no adecuado. El Rector del colegio dice que les ordenó salir por la puerta de atrás. Los policías lo detuvieron dentro.
A mi esposa mi hijo le dijo que cuando lo detuvieron le llevaron a un recinto policial y le pegaron. En la Unidad de policía igualmente dice que le pegaron.
No tengo pruebas para presentar. El señor ministro me dijo que pida al ECU 911 pruebas. No pido perdón sino justicia. Eso pedimos todos los padres, solo eso.
Me duele ver que a mi hijo le traten como delincuente, con los chicos agachados y atrás los policía con armas.