El 23 de diciembre del 2015 también se hicieron cambios en el Gabinete y se ubicó a Margarita Guevara en Salud. Foto: Cortesía Flickr Presidencia de la República
El presidente Rafael Correa aún tiene entre sus pendientes la ratificación o cambio de su Gabinete de Gobierno. La renovación ha marcado la tónica de su administración, a lo largo de sus casi 10 años. Hasta este mes ha hecho 222 cambios en las diferentes carteras de Estado, según los decretos de la Presidencia y la información disponible en los portales de cada Cartera.
Los ministerios de Defensa, Cultura, Transporte e Hidrocarburos, por ejemplo registran ocho, pero esa cifra puede aumentar en estos días. El Mandatario pidió, el 29 de noviembre pasado, la renuncia de todo el Gabinete.
El Gobierno actual incrementó el número de instituciones. Su antecesor, Lucio Gutiérrez, tenía 16 ministerios y una secretaría de la Administración a su cargo. Ahora, el régimen tiene seis ministerios coordinadores, 22 ministerios y 11 secretarías de Estado.
Es un número exagerado para candidatos presidenciales de la oposición como Guillermo Lasso, Cynthia Viteri y Paco Moncayo. Ellos aseguraron que eliminarían varias carteras como la del Buen Vivir o de Gestión de la Política.
Pero el actual régimen impulsa un plan de optimización. Seis instituciones creadas por Correa desde el 2006, como el Ministerio del Litoral, ya fueron suprimidas. 27 personas las dirigieron mientras estuvieron en funcionamiento.
El exministro de gobierno de Jamil Mahuad y analista político, Vladimiro Álvarez, sostiene que por lo general los cambios se dan cuando hay problemas que merman la imagen de quienes están al frente de las instituciones.
En la administración actual identifica dos carteras que han enfrentado ese tipo de líos: Defensa y Economía.
“El Presidente no ha tenido buena relación con las Fuerzas Armadas (en los últimos tiempos) y eso explica los cambios”, señaló en alusión a los desacuerdos que han existido alrededor de las reformas a la seguridad social del sector.
El exsecretario de Planificación y actual candidato para asambleísta por Alianza País, Pabel Muñoz, contó el 29 de noviembre del 2016, que es costumbre del Primer Mandatario pedir las renuncias en diciembre para ratificar los cargos de las personas con las que trabajará en el próximo año.
Por eso, para Muñoz, los cambios no solo los concreta el Jefe de Estado. Hay ministros que aducen “cuestiones personales” antes de retirarse del gabinete.
Gustavo Larrea, exministro de Gobierno y de Seguridad Interna y Externa hasta 2008, comenta que el argumento de “motivos personales” oculta las verdaderas razones de los cambios en un Gabinete. “Son temas políticos”.
El criterio de selección para escoger colaboradores cercanos cambió con el paso de los años, advierte. “Antes se tomaba como base un plan de gobierno, propuestas y programas y después por la voluntad omnímoda del Presidente”.
El sector económico es otro de los que más cambios ha experimentado. El Ministerio de Finanzas ha tenido seis titulares con el actual Gobierno. En los primeros tres años hubo tres ministros. Wilma Salgado estuvo 62 días al frente. Luego hubo un período de estabilidad. El actual titular, Fausto Herrera, lleva 43 meses.
Algo similar ocurrió con el Ministerio Coordinador de Política Económica en el que han trabajado cinco funcionarios. El último, Patricio Rivera, ha estado en el puesto desde el 2 de mayo del 2013 (43 meses).
Diego Borja, exministro del ramo, contó que cuando aceptó estar en el Ministerio, en diciembre del 2008, puso la condición de que no se tomarían medidas de ajuste, ni de austeridad que afectaran a los grupos más vulnerables.
Señaló que tuvo discrepancias por el déficit de participación ciudadana en el Gobierno y por la consulta popular. También se opuso a la designación de Pedro Delgado como presidente del Banco Central. “Salí con una discrepancia fuerte. Hubo jugadas y acciones políticas con las cuales no compartí”. Su sucesora, Katiuska King, también renunció, de manera irrevocable, en octubre del 2011. Borja señaló que cuando asumió y dejó el cargo se preocupó de hacer una transición oportuna.