Ministerio de Educación plantea la incorporación de dos nuevos conceptos en el currículo

Lucía, Gabriel y Elías Velasteguí, hijos de Carolina Bassignana, del Colegio Einstein, en sus clases virtuales. Foto: cortesía Carolina Bassignana

Lucía, Gabriel y Elías Velasteguí, hijos de Carolina Bassignana, del Colegio Einstein, en sus clases virtuales. Foto: cortesía Carolina Bassignana

Lucía, Gabriel y Elías Velasteguí, hijos de Carolina Bassignana, del Colegio Einstein, en sus clases virtuales. Foto: cortesía Carolina Bassignana

Uno de los desafíos, que la pandemia puso en el calendario 2020, es la incorporación del pensamiento computacional y la ciudadanía digital en el currículum educativo ecuatoriano. El Ministerio -dice- intenta alcanzar a cerrar el año con esa innovación.

Sin embargo, ambos son temas que pocos conocen. EL COMERCIO habló con seis profesores, dos de ellos no solo de escuelas y colegios sino de universidades. Y no lograron definir esos conceptos.

La Subsecretaría de Educación explicó que el pensamiento computacional (PC) es el conjunto de habilidades que todos y no solo científicos de la computación deben adquirir para resolver problemas, diseñar sistemas y comprender el comportamiento humano, con variedad de procesos mentales de la era digital.

En cuanto a la ciudadanía digital, indicaron, que ayuda a comprender los riesgos y los retos que impone la vida en la era digital. La idea es brindar herramientas a los estudiantes para enfrentarlos con principios de ética, legalidad, seguridad y responsabilidad en el uso de Internet, las redes sociales y los medios tecnológicos.

Fernando Álvarez, ingeniero en electrónica y telecomunicaciones, entrena al seleccionado nacional, que participa en las Olimpiadas de Matemáticas. Coincide con la Cartera en un punto: los chicos de ahora son nativos digitales, no es necesario enseñarles a manejar la tecnología, como a personas de otras generaciones. Pero necesitan acceder a ella.

“El problema es que no les estamos enseñando a crear esa tecnología sino solo a consumirla. No conocen sobre ciencias de la computación ni programación”, anota. Le preocupa que se gradúen de bachilleres sin tener idea de cómo resolver problemas porque fueron entrenados para resolver ejercicios mecanizados.

Por eso considera que hay que trabajar desde preescolar, enseñándoles operaciones lógicas, binarias; a pensar y a resolver a través de algoritmos.
Álvarez está seguro de que en poco tiempo, quienes no sepan programar serán analfabetos digitales. Pero sostiene que al incluir este cambio en el currículum tomará dos generaciones para ver resultados.

Patricio Cumbicus, profesor de matemáticas del Liceo Campoverde, sí usa la tecnología en sus clases. Pero dice que la base para el pensamiento está por ejemplo en trabajar en la lectura comprensiva o en usar el arte. En su plantel sí han desarrollado, comenta, proyectos de construcción de robots, han utilizado Scratch (lenguaje de programación).

La pandemia ha evidenciado la importancia de formar en competencias digitales, propias de estos tiempos, opina Carolina Bassignana, coordinadora de tecnología educativa del Colegio Einstein.

Desde hace dos años -relata- siguen un plan de ciudadanía digital, que está en su currículum de modo complementario. “No aislado, como cuando nos enseñaban mecanografía o computación”.

Sus alumnos, desde preescolar, están expuestos a dispositivos tecnológicos y aprenden sobre seguridad en Internet, claves seguras, identidad, autoimagen y huella digital, ciberbullying; uso de fuentes confiables, a citarlas, etc. En las clases virtuales usaron lo que sabían de Google Classroom.

Ella cree que la falta de dispositivos no tiene que ser un limitante. Cita un video, que comentó con colegas. Se ve que un padre les pide a sus hijos escribir el proceso para hacer un sánduche de mantequilla de maní y mermelada. “Les sale cualquier cosa, no tenemos ese pensamiento secuencial”.

La Universidad Central, a través de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, le hizo una propuesta al Ministerio, contó su decano, Guillermo Terán. No están de acuerdo con la decisión de la Cartera de ubicar el PC y la ciudadanía digital de forma transversal.

Buscan hacer un pilotaje en planteles de Quito, con apoyo de sus alumnos de último año de Informática. Omar Pérez, uno de sus profesores de la carrera, indica que se podrían usar las horas dedicadas a proyectos escolares.

“El desarrollo del PC no puede ser colocado en hombros de todos los profesores; pocos conocen sobre el desarrollo de algoritmos y herramientas computacionales como Scratch. No para enseñar programación sino para entender cómo conectar elementos y resolver problemas, crear mundos”.

Andrés Hermann, especialista en tecnologías aplicadas a la educación, teme que se trate de poner a ‘correr una maratón a profesores que solo gatean’. “No tienen buenas competencias digitales, cómo enseñar a hacer un uso crítico y pedagógico de tecnologías”.

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