Redacción Manta
Las minicentrales hidroeléctricas ubicadas al pie de las represas La Esperanza y Poza Honda, en Manabí, no funcionan desde hace un año.
Ambos proyectos entraron en funcionamiento en 2006 y 2007 y cuentan con una capacidad instalada de 9 MW.
“El Gobierno nos quitó las centrales, estamos a la espera de que nos pague los USD 42 millones que demandó la implantación de ambos proyectos y el mantenimiento del sistema hídrico de Manabí”, comentó Hugo Almeida, técnico del grupo La Fabril, ejecutores de las obras.
Añade que se necesitarán al menos tres semanas para que ambas centrales puedan operar. Se deben limpiar los filtros, pues no se ha realizado el mantenimiento en la casa de máquinas.
En el reservorio de Poza Honda, en el cantón Santa Ana, se pueden generar 3 MW, aprovechando la salida de agua hacia el río Portoviejo. Mientras que en el embalse La Esperanza, en la zona alta del cantón Bolívar, el agua que se vierte al río Carrizal puede mover las turbinas y producir otros seis megavatios.
Para la producción de los nueve megavatios se necesita que desde Poza Honda fluyan al menos 6 metros cúbicos (m³) de agua y en la Esperanza 8 m³.
El director ejecutivo de la Secretaría Nacional del Agua (Senagua) en Manabí, Javier Valencia, dijo que se puede generar con una turbina en Poza Honda. Desde allí se vierten al río Portoviejo 8 m³. Desde la Esperanza no alcanza, pues salen 5 m³.
Para ello, sin embargo, se necesita que el Ministerio del Ambiente emita las licencias para que operen las centrales. Ambas represas y tres trasvases, cuyo mantenimiento estaba a cargo del grupo La Fabril, hoy están en manos de la Senagua.
Desde el 28 de septiembre pasado, tras la emisión de un Decreto Ejecutivo, Senagua-Manabí accedió a la posesión de este sistema hídrico. El Decreto también permitió la militarización de las instalaciones de las represas y las centrales hidroeléctricas. Los 9 MW de Manageneración abastecían a la red del sistema interconectado.