Se equiparon con cascos y botas, como lo hacían hasta hace 20 días para internarse en las minas. Pero este martes 10 de octubre del 2017 recorrieron las calles de Portovelo (El Oro), en una marcha pacífica para pedir la apertura de las áreas mineras del distrito Portovelo-Zaruma.
“Estamos desesperados. Esperamos que se abran pronto las minas para sacar el sustento que necesitamos. La economía de nuestro pueblo se está quebrando”, dijo Israel Parrales, uno de los manifestantes durante la concentración que llegó a las oficinas de la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom).
El pasado 15 de septiembre, con el decreto presidencial 158, se declaró el estado de excepción el área minera Portovelo-Zaruma. El objetivo es prevenir, eliminar y cesar las actividades mineras que mantienen en riesgo a los habitantes de la zona. La medida se implementó, particularmente, como parte de las soluciones para la ciudad de Zaruma, afectada por hundimientos originados por la minería ilegal.
Dos días después de ese decreto fueron suspendidas 47 áreas mineras (dentro de un polígono de 958 hectáreas). Equipos técnicos de varias entidades estatales se internaron en las galerías para verificar que no tengan conexión con el área de exclusión minera, bajo el casco urbano de Zaruma. También revisaron los permisos ambientales.
Las autoridades mineras anunciaron que la apertura sería paulatina, a medida que avancen con las inspecciones. “Pero ya son cuatro semanas sin el trabajo de los mineros. Dijeron que se iba a abrir pronto; esperemos que cumplan”, dijo Gabriela Luna, quien se sumó a la marcha de Portovelo. Los integrantes del Comité Gestión Interinstitucional informaron que en esta semana se conocerían los resultados de las inspecciones mineras.
El socavón en la escuela La Inmaculada Fe y Alegría, que se ubicaba en pleno centro de Zaruma, motivó esta y otras acciones. El plantel tuvo que ser derrocado en su totalidad, debido a la inestabilidad generada por la minería ilegal.
La demolición se completó el pasado 28 de septiembre. Este domingo comenzó la fase final del relleno del cono de colapso.
Hasta ahora, el Instituto Nacional de Investigación Geológico Minero Metalúrgico (Inigemm) ha colocado 432 metros cúbicos de material de relleno en el área de hundimiento, que es compactado con un rodillo. La entidad se ha fijado un plazo de 20 días para depositar alrededor de 9 000 metros cúbicos de material rocoso.
La Secretaría de Gestión de Riesgos también comenzó una nueva fase de estudios. Hasta febrero pasado contaba con un informe que detectó al menos 13 galerías bajo el casco urbano zarumeño.
Ahora realizan un estudio geofísico en busca de deformaciones en el subsuelo, nuevamente con equipos como el georadar y el tomógrafo eléctrico. Este martes recorrieron las calles 24 de Mayo y Pichincha, junto al terreno vacío donde antes estaba la escuela La Inmaculada.