Los expertos mineros del Banco Central del Ecuador funden el oro delante de los vendedores para determinar la calidad y el precio a cancelar. Foto: Cortesía Banco Central del Ecuador
El Banco Central del Ecuador tiene oficinas equipadas y con expertos en Quito y Machala para adquirir oro a mineros artesanales y pequeños mineros legalizados.
En la capital orense, donde funciona desde el 2018, se efectuó el 67% de las transacciones debido a la cercanía con las zonas mineras de Portovelo, Zamura y Ponce Enríquez.
Esta entidad ha comprado 4,9 toneladas de oro desde el 2012 cuando empezó el proceso, lo que representó un egreso de USD 199,8 millones.
Según el subgerente de Operaciones del Banco Central del Ecuador, Marcelo Arroyo, hay dos objetivos principales. El primero es transparentar el proceso de comercialización del oro y que estos mineros accedan a condiciones favorables y no enfrenten prácticas desleales como grandes descuentos en el precio.
Con esos objetivos coincide el presidente de la Cámara de Minería de Azuay, Patricio Vargas. Según él, esta opción evita la imposición de castigos por parte de los comerciantes.
Arroyo explica que el Banco fija el valor en función del mercado internacional y de acuerdo con el análisis técnico que realizan sus expertos. “Eso evita los descuentos abismales que les ofrecen los compradores y que van del 10 al 12%. Eso no aplica el Central”.
Desde el 2012, esta entidad estatal ha adquirido 4,9 toneladas de este mineral, que representó un pago por USD 199,8 millones. Foto: Cortesía Banco Central del Ecuador
Además, dice Arroyo, hay otra práctica ilegal de los comerciantes, que es anticipar los pagos a estos mineros a cambio de mayores descuentos. “Ellos aceptan con tal de tener efectivo. Pero si sube el precio la siguiente semana no les reconocen esa diferencia”.
Vargas agrega otro beneficio. Para él, se evita trasladar el dinero y, por ende, posibles asaltos. Él pide que se abran otras oficinas en más zonas mineras como Zamora Chinchipe.
Para los pagos, el Central pide que se activen cuentas en el sistema financiero nacional. La transferencia de recursos se efectiviza hasta en 48 horas.
El segundo objetivo de comprar este mineral, cuenta Arroyo, es usarlo en un proceso de monetización y que forme parte de la reserva internacional del Ecuador, una vez que haya sido refinado en el exterior.
Para vender es necesario cumplir algunos requisitos. Primero hay que registrarse y tener la autorización del Banco Central. El vendedor debe pasar por un proceso de validación con los agentes mineros para evitar adquirir oro de procedencia ilegal.
Para ello, los funcionarios efectúan diligencias con autoridades mineras como la Arcom. “Con eso, sabemos que es de una concesión legal”.
Arroyo explica que en el extranjero no se puede depositar oro de procedencia ilegítima o que haya atentado contra el ambiente a través del uso de mercurio para su procesamiento o que esté inmerso el trabajo para infantil. “Por eso se hacen todas las diligencias”.
Desde el 2012 se registraron 423 agentes mineros, de los cuales 298 fueron calificados. De esa cantidad, el 48% corresponde a personas naturales y el resto a jurídicas.
El Banco Central ha realizado un total de 1 133 compras durante la presente administración a 100 agentes mineros. Son 81 pequeños mineros, tres artesanales y 16 comerciantes de este mineral.
El pasado 14 de agosto, la Junta de Política y Regulación Monetaria emitió la resolución 533, que permite al Banco seguir comprando sin tener un límite máximo. Antes el tope era de USD 200 millones.
El Central tiene un equipo financiero y administrativo y expertos en minerales. Los vendedores llevan su oro a las dos oficinas y los técnicos funden delante de ellos para determinar el grado de pureza y realizar el pesaje. Con ello se determina la calidad y el pago en función de un acta en la que se describen todos los detalles. La labor está a cargo de dos químicos por oficina.
El precio de compra promedio de este año es de USD 1 300 por cada onza, pero la variación es diaria y se fija en función de la