Militares y policías incursionan en Buenos Aires, Imbabura; y en El Cielito, Carchi

200 miembros de la Policía llegaron el martes a El Cielito. Foto: Cortesía FF.AA.

200 miembros de la Policía llegaron el martes a El Cielito. Foto: Cortesía FF.AA.

Los militares que llegaron a Buenos Aires realizaron un patrullaje en la zona montañosa de ese sector. Foto: Cortesía FF.AA.

Luego de que los pobladores denunciaran la presencia de un nuevo grupo armado en las minas ilegales de Buenos Aires, desde el jueves de la semana pasada (4 de abril del 2019), al menos 200 militares incursionaron en esa pequeña parroquia de Imbabura.

Grupos vestidos con uniformes camuflaje y portando mochilas se instalaron en predios de la Unidad Educativa Buenos Aires. Ahí descansaron las noches y en el día vigilaron la parte central del pueblo, las polvorientas calles y montaron puestos de control en carretera.

La movilización de los equipos se manejó con hermetismo en Imbabura. La intención fue evitar que los grupos ilegales conociesen lo que Fuerzas Armadas preparaba.

Este Diario supo que la disposición de esta operación llegó desde Quito, dos semanas después de que ingresara el nuevo grupo ilegal.

Sus hombres desplazaron a otras organizaciones que se vieron obligadas a abandonar la parroquia. Según la información entregada por los pobladores, la red delictiva que se apoderó de todas las minas extorsiona a quienes desean trabajar allí. Exigían USD 400 de inicio y USD 100 más, que debían pagar cada semana. En Buenos Aires se conoce que unas 7 000 personas están dedicadas a esta actividad ilegal.

Un poblador contó que tras la llegada de los militares, los cabecillas se movilizaron por todas las minas y obligaron a que adelantaran los pagos. Dijo que estaban nerviosos y que querían recolectar todo el dinero posible para huir.

200 miembros de la Policía llegaron el martes a El Cielito. Foto: Cortesía FF.AA.

La gente aseguró que los armados están ocultos en las montañas. Por ejemplo, para llegar desde el centro de Buenos Aires a la comunidad de El Triunfo hay que recorrer una hora en vehículo 4 x 4 y luego caminar dos horas por senderos cubiertos de lodo. Es una ruta de difícil acceso, en donde se instalaron cadenas metálicas. Para pasar, los conductores tienen que pagar entre USD 1 y USD 3, dependiendo de la carga o del número de personas que transportan.

Los hombres encargados de la recaudación aseguran que el dinero recolectado es para arreglar la vía. Ahí, además, registran los nombres de quienes ingresan y los motivos de la visita. También se cobra entre USD 6 y 12 para utilizar las tarabitas instaladas entre las cimas de una montaña y otra, para transportar los sacos con el material aurífero.

El gobernador de Imbabura, Galo Zamora, señaló que el personal militar permaneció allí hasta el domingo y que seguirán los controles de ese tipo. La idea es que los médicos, por ejemplo, trabajen con tranquilidad, pues ahora han tenido que atender con resguardo de la fuerza pública. “La gente no puede trabajar en pánico, los médicos no pueden seguir laborando bajo esas condiciones. Por eso estamos agotando todos los mecanismos, para impedir que se den este tipo de eventos ilegales”.

El problema de inseguridad en Buenos Aires ha crecido desde noviembre del 2017, cuando se inició la fiebre del oro, que atrajo a miles de personas. Según datos de la Junta Parroquial, de 1 500 habitantes que había -dedicados principalmente a tareas agropecuarias- ahora se estima que hay 7 000 personas, entre ecuatorianos y extranjeros.

Pero también aumentaron otros problemas. Según datos de la Policía de Imbabura, entre enero y marzo pasado hubo ocho muertes y han sido detenidas 80 personas por movilizar material aurífero. De ellas, 63 salieron libres. Además se han confiscado 129 toneladas de rocas con minerales, 34 vehículos (22 pesados y 12 livianos) que llevaban este material sin la autorización respectiva.

En las operaciones se encontraron un arma de fuego y 23 teléfonos celulares.

El Gobernador sostuvo que en la zona también hay personal de la Policía que opera permanentemente.

El sábado, la Policía decomisó material ilegal en Cayambe. Foto: Arcom

La presión que ejerce el grupo ilegal armado obligó a que muchos mineros abandonasen el sitio y buscaran otras zonas, como el vecino sector de El Cielito, en Carchi.

Ahí, el 2 de abril pasado, 200 miembros de la Policía, junto a personal del Ministerio del Ambiente, Secretaría del Agua, Fiscalía e Intendencia de Carchi desalojaron a un grupo de trabajadores informales. Según las autoridades de la provincia fronteriza, no quieren que el problema se acreciente como está ocurriendo en Buenos Aires.

Después de los informes técnicos de peritaje emitidos por la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom), la Policía Nacional embargó bultos con material mineralizado y herramientas utilizadas para realizar actividad minera ilegal, como puntas, taladro, combos, palas, entre otros.

En el operativo, que comenzó a las 04:00 y que duró cuatro horas, se encontró además un arma de fuego sin permisos.

“Intensificamos los operativos para combatir la minería ilegal, es un delito y tiene que ser tratado como tal”, sostuvo Andrea Cárdenas, directora Ejecutiva de Arcom.

Por eso, en el operativo policial de ese 2 de abril participaron agentes élite del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) y un equipo GEMA dedicado a localizar cargamentos de drogas.

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