El tema volvió a tratarse públicamente el fin de semana. El sábado 20 de febrero del 2016, el ministro de Seguridad de Ecuador, César Navas, señaló que se realizarán “pequeños ajustes” al Libro IV de la propuesta de Ley de entidades de seguridad ciudadana, y que se reunirá con la Comisión de Seguridad de la Asamblea para que la propuesta impulsada por el Ejecutivo pase a primer debate.
¿En qué consiste el Libro IV? El proyecto, presentado en diciembre de 2013, prevé un cambio en la función de las Fuerzas Armadas y plantea “fortalecer”, con soldados, el trabajo de organismos civiles como la Unidad de Vigilancia Aduanera, la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), la Guardia Forestal y el Grupo de Agentes Penitenciarios.
La iniciativa vuelve al debate más de dos años después, en medio de las diferencias registradas entre el Gobierno de Rafael Correa y el Alto Mando militar cesado a inicios de febrero, cuando este pidió al Régimen que se respetaran los recursos del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa), un día después de que desde Carondelet se decidiera transferir USD 41 millones del Issfa al Ministerio del Ambiente, por un supuesto sobreprecio en la compra de 66 lotes en Samanes.
La propuesta de otorgar nuevas funciones a un grupo de uniformados de las FF.AA. ha sido cuestionada por militares en servicio pasivo. En una entrevista, el exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Ernesto González, dijo a EL COMERCIO que la propuesta de este Libro IV, presentada en la Legislatura, fue inconsulta, porque el entonces Alto Mando militar no la había conocido.
Incluso, los comandantes de entonces emitieron un comunicado y lo subieron a la Internet. Allí hablaban de la “carrera militar”, de la “sagrada misión de defender a la Patria” y de su “preocupación” por un proyecto de ley que propone el traspaso de soldados a nuevos cuerpos civiles de seguridad.
El ministro de Seguridad espera que los cuatro libros de este proyecto de ley estén aprobados en el segundo semestre de 2016.