Redacción Machala
ecuador@elcomercio.com
La venta de gas de uso doméstico tiene un control más estricto en El Oro. La Dirección Regional de Hidrocarburos dispuso que la comercialización en los centros de acopio y de expendio sea vigilada por los militares.
Las envasadoras
En Piñas molestó el control al uso del gas en los negocios de alimentos. El alcalde Joseph Cueva se puso al frente de los reclamos por el retiro de los cilindros utilizados en comedores y restaurantes. Según Cueva, se retiraron los cilindros abusivamente, en pequeños negocios.
El gas que se distribuye en la provincia llega a la planta envasadora de Duragas, en el sitio La Avanzada, ubicado en Santa Rosa. Allí se envasa el producto y se distribuye a los centros de acopio de la provincia.
El año pasado se produjo un desabastecimiento similar, entre julio y septiembre.
Los militares vigilarán la distribución de gas, desde el despacho en la planta envasadora.Se aplicará la misma estrategia para la venta de gasolina en las estaciones de servicio ubicadas en la frontera con Perú. En Santa Rosa, Arenillas y Huaquillas, los uniformados impiden la venta del combustible en canecas.
El propósito de la medida es evitar el contrabando a Perú de las bombonas de gas. En los últimos días, el combustible escaseó en la ciudad. Los vecinos tuvieron problemas para abastecerse.
Desde ayer, los uniformados registrarán el nombre y el número de cédula de los compradores. Una persona no puede comprar más de un cilindro de gas de uso doméstico en el mismo día.
El control se concentra en las distribuidoras grandes, mientras que en los centros de acopio pequeños aún permanecen los rótulos con la leyenda: “No hay gas”.
Los vecinos respaldaron la decisión de las autoridades de Hidrocarburos. “Está bien, porque muchas veces viene una sola persona y se lleva en triciclo los tanques. Los jefes de hogar debemos tener prioridad”, dijo Roberto Bustamante, quien ayer hacía fila en las afueras de una distribuidora.
Durante la mañana permaneció sentado sobre un cilindro azul, junto a otras personas.
Los militares también deberán encargarse de que el cilindro de 15 kilos, destinado exclusivamente para el consumo doméstico, se entregue al precio oficial, que es de USD 1,60. Esto porque desde hace dos semanas son frecuentes las denuncias de la venta del carburante a USD 2.
Las denuncias se registraron en locales de acopio de Machala y de otros cantones. Según la Dirección Regional de Hidrocarburos, la medida será indefinida.
En los últimos días, la escasez de gas también se sintió en los cantones Piñas y Pasaje. Según el director provincial de Hidrocarburos, Freddy Castro, el problema se genera en el desvío del gas para actividades comerciales.
El funcionario informó, en una reunión con autoridades de la provincia, que el combustible se usa en restaurantes, hoteles y en los negocios de secado de granos.
“Estas son actividades industriales y deberían usar los cilindros de 45 kg, que no tienen subsidio y que cuestan USD 32”.
De igual manera, los cupos asignados para la provincia se mantienen. Actualmente, a El Oro llegan 195 700 mensuales.
La Intendencia de Policía también actúa para evitar el mal uso de los cilindros de 15 kg. Los funcionarios de esta entidad realizan operativos en diferentes sectores de la ciudad. Ellos inspeccionan los restaurantes y hoteles.
También en las plantas de secado de productos agrícolas y las granjas avícolas, donde el gas se usa como calefacción en los galpones. En Perú, el gas ecuatoriano se expende en Aguas Verdes.
Los contrabandistas se ubican a lo largo del canal de Zarumilla, debajo del puente internacional. Allí, una bombona de 15 kg cuesta USD 20. Antes de comercializar el combustible, lo reenvasan en cilindros peruanos.