En el curso de cuatro meses de duración, los militares se movilizan sobre caballos. Foto: Patricio Ramos/ EL COMERCIO.
En la Base Naval de Jaramijó, centro de Manabí, costa de Ecuador se entrenan desde el 23 de julio del 2015, 56 militares que pertenecen a siete grupos de caballerías del país.
En los ejercicios denominados hipomóviles se adiestran los efectivos del Escuadrón de Reconocimiento de Loja, Yaguachí 36, Machala 31, Azuay 32, General Dávalos y Febres Cordero de El Oro y Teniente Hugo Ortiz de Portoviejo.
En el curso de cuatro meses de duración, los militares se movilizan sobre caballos. Todo este entrenamiento es con la finalidad que nuestras huestes estén bien preparadas para realizar controles de narcotráfico, hidrocarburos y otra serie de intervenciones donde la situación lo amerite comentó Francisco Druet, Comandante de Transporte Territorial del Ejército Ecuatoriano.
El entrenamiento fue en una playa de Jaramijó. Ahí se pudo observar en vivo el movimiento de los militares cuando simulan la captura de una lancha con personas que supuestamente transportaban combustible de contrabando. Los presuntos contrabandistas fueron apresados y ubicados boca abajo en la playa. En este operativo el uso de caballos fue indispensable para poder ingresar a terrenos que en vehículos sería imposible.
Este tipo de entrenamiento forma parte de un sistema de evaluación y certificación que debe cumplir cada grupo, quienes cometen menos errores estarán listos para entrar en operación reales, señaló Roberto Freire General de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.
Cada movimiento de los 56 militares que son acompañados por un comandante es monitoreado por drones. Estos dispositivos envían señales de video hacia un comando de control equipado con siete monitores desde donde son observados por los jefes militares.