El militar que falleció en la explosión de la Brigada Patria, en Latacunga, fue velado este 8 de noviembre del 2016 en Quito. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
En un féretro de madera lacada, cubierto con una bandera del Ecuador, reposa el cuerpo de Félix Echeverría, cabo segundo del Ejército, quien murió ayer tras una explosión en la bodega de armamento de la Brigada Patria, en Latacunga, provincia de Cotopaxi.
Sus restos son velados la mañana de este martes 8 de noviembre del 2016 en una sala de velaciones, ubicada en el sur de Quito.
Echeverría, de 31 años y padre de una niña de 5 años, trabajaba en la bodega de armamento bélico de la Brigada y el momento que ocurrió la detonación, a las 06:45, entregaba el material antes de bajar al patio y unirse a la formación.
“Era una persona alegre. Ese es su rasgo más característico. Por eso siempre lo vamos a recordar”, indicó Carlos Romero, compañero del militar, quien lo conoció en el 2006 cuando participaban en el curso de Comando. El uniformado también contó que antes dela explosión pudo estrechar la mano con su amigo y, como siempre, él le devolvió una sonrisa.
Sobre el incidente, el Ministerio de Defensa señaló que se instalarán una Junta de Investigación de Accidentes para determinar las causas de la explosión. En el velatorio, la familia de Echeverría prefirió no referirse al hecho, pero visiblemente consternados se preguntaban qué puso haber pasado.
Su madre y su esposa, quienes no han dejado de llorar desde ayer, recibían el pésame de otros familiares, que se trasladaron desde Machala, en El Oro, para acompañar a los deudos.
Seis cadetes, cargados con fusiles, rodean el féretro del uniformado, mientras que otros militares, elegantemente uniformados, también llegaron a la sala de velaciones cargados de ramos de flores y fotografías.