Militante de País recibió un contrato

El incumplimiento de tres especificaciones técnicas en la licitación no fue un impedimento para que la empresa Dentales Pablo Herman ganara un contrato por USD 1 084 000 para vender 5 000 sillas de ruedas al Ministerio de Salud Pública.

Esta compañía, con oficinas en el norte de Quito (Versalles N21-276 y San Gregorio), es gerenciada por Manuel Quijo, un activo dirigente de Alianza País.

El apoyo de este empresario al movimiento oficialista comenzó cuando Rafael Correa se presentó como candidato a la Presidencia de la República. Incluso,  permitió que en su empresa se instalara la Coordinadora Política Santa Clara.

15 EMPRESAS
participaron en la licitación para vender 5 000 sillas de ruedas para niños y adultos.En febrero de 2007, 14 miembros del buró de País en Pichincha propusieron a Quijo para que fuera precandidato a la concejalía de Quito, según un documento que él tiene en su poder. No obstante, él no aceptó. 

El 2 de diciembre de 2008, el coordinador nacional de Acción Política del Movimiento País, César Andrade, calificó a Quijo como miembro de la Zona Distrital Eugenio Espejo, que cubre desde la avenida Patria hasta el barrio Calderón, en el norte.

Desde allí, el apoyo a la candidatura de Augusto Barrera a la Alcaldía de Quito fue permanente. Elaboró y colocó en su empresa grandes carteles con la imagen de Barrera. Pese a esos hechos, Quijo no aparece como aportante de País en los listados presentados en el Consejo Nacional Electoral. Mientras trabajaba en la campaña, este empresario ganó la adjudicación más importante para la provisión de sillas de ruedas en Salud.

120 días
fijó Salud para que las empresas informen de sus ofertas, pero no dijo si son hábiles.En la sesión del 4 de junio de 2008, esta Secretaría de Estado convocó a la licitación de 4 425 sillas para adultos y 575 para niños. El numeral 1.1.1 de la convocatoria especifica que el objetivo de la adquisición es “atender las necesidades básicas de la población más vulnerable”.

En la licitación participaron 15 empresas. Para ganar el concurso, las empresas debían cumplir con 13 especificaciones técnicas,  tanto para las sillas de niños como para adultos. Se requería, por ejemplo, espaldar de 45 centímetros, asiento de 40 centímetros, ruedas posteriores con  24 centímetros de diámetro.

En el memorando número 086 que el 30 de julio envió el director de Servicios de Salud y Unidades de Discapacidades, Luis Cifuentes, al secretario del Comité de Contrataciones, Lino Sarmiento, informó que ninguna compañía cumplió con los requerimientos técnicos exigidos en la convocatoria número 002/2008.

En el caso de Dentales Pablo Herman -con 30 años en el mercado local- no cumplió con el ancho del espaldar de 40 centímetros, en las sillas para adultos. Y en la de niños incumplió en el ancho total de 65 centímetros.

Tampoco lo hizo en el diámetro de las ruedas traseras, de 50 a 56 centímetros. Pese a este pronunciamiento, el Comité de Contrataciones, amparándose en la declaratoria de emergencia, adjudicó a dedo todo el paquete a la empresa Dentales Pablo Herman, representada por Quijo.

Pero esa no es la única anomalía. Un informe firmado por Pablo Sabay Balbín, miembro de la Comisión Técnica del Ministerio de Salud, confirmó que Pablo Herman era la empresa que ofertaba las sillas más caras.

Cada una se negoció en USD 180, cuando otras empresas, como Assin, ofertaron en USD 143; Alpazte S.A., en 135,50; Insuequipmed S.A quiso vender sillas chinas como las de Pablo Herman, pero en 158.

Esta polémica adquisición llegó a la Procuraduría General del Estado. A través de oficio número INSU 084-08 del 4 de septiembre de 2008, el gerente general de la Compañía Insuequipmed S.A, Luis Montesdeoca, presentó una denuncia formal. Allí cuestionó el proceso para adjudicar la licitación Quijo, pese a que este no cumplió con tres especificaciones. Luego de recibir la denuncia, Procuraduría pidió información al Ministerio de Salud.

Esta Secretaría de Estado envió el oficio número 0015806 y explicó que Insuequipmed no presentó información dentro de los 120 días establecidos en el numeral 1.2.5 de la convocatoria. Sin embargo, en ese numeral no se especifica si los 120 días son hábiles o no y en ello se amparó la defensa de la empresa denunciante.

Salud terminó su explicación con una justificación para escoger a Dentales Pablo Herman: aseguró que lo hizo “por convenir a los intereses nacionales”.

El caso continúa en la Procuraduría del Estado y la indagación no avanza. Los denunciantes también abandonaron la denuncia. En el Ministerio de Salud nadie se pronunció sobre esta operación comercial, pese a las insistencias de este Diario las dos últimas semanas, a través de los asesores de la ministra Chang,  Margarita Cañar y Gonzalo Pinto.

Quijo recalcó que no ganó la licitación por influencias de Alianza País. El 22 de julio, durante 20 minutos, el empresario recibió a este Diario en su oficina llena de sus fotografías junto con el presidente Rafael Correa. En la sala previa a su despacho también reposa un retrato de un metro de alto del Jefe de Estado.

Fue allí donde Quijo señaló que Dentales Pablo Herman contrató una compañía ‘courrier’ para distribuir las sillas en las 24 provincias. Las 5 000 unidades apenas terminaron de entregarse en febrero de 2009.

Pese a ello, el 19 de abril la ministra Caroline Chang organizó un evento masivo en la Cruz del Papa, en el parque La Carolina (norte de Quito) y obsequió 200 aparatos a personas con algún tipo de discapacidad física.

Otro paquete de esas sillas se entregó al hospital Eugenio Espejo, el pasado 15 de julio. No obstante, la donación se enmarcó dentro de la emergencia  declarada por el virus AH1N1.

En un comunicado oficial de este centro asistencial se indicó que en las sillas, 10 ventiladores mecánicos, 15 monitores multiparámetros, 10 camas para terapia intensiva, oxímetros de pulso y resucitadores cardiopulmonares se invirtieron USD 900 000.

Los aparatos allí entregados se utilizarán para las personas que permanezcan hospitalizadas y necesiten ser movilizados internamente. Estos aparatos empezaron a utilizarse.

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