Caracas, AFP
Miles de personas salieron a las calles de Caracas este sábado en la mañana para dar su apoyo o rechazar la reciente ley de educación que ha generado una gran movilización en Venezuela.
“Liberadora” para los adeptos del gobierno del presidente Hugo Chávez, y “adoctrinadora” para los detractores del ejecutivo, esta ley fue aprobada la semana pasada en una única lectura por la Asamblea Nacional, donde el oficialismo es mayoría.
Nuestras intenciones “son de paz, de civismo. Una resistencia que se inspira en la Constitución. El pueblo de Venezuela ha respondido. Ésta es una verdadera muestra de unidad”, declaró el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, en el punto de salida de la manifestación opositora.
En el centro de la ciudad, miles de partidarios del gobierno, en su mayoría vestidos de rojo, celebraban la aprobación de la ley y lanzaban vítores de apoyo al presidente.
“Es una ley que establece un sistema educativo más humano y más solidario (…) El objetivo de la oposición no es la educación, es terminar con Chávez”, clamaban portavoces estudiantiles.
“Vengo porque tengo la revolución en las venas. Amo a mi comandante. Aquí está su pueblo, presidente”, exclamaba María Marín.
La manifestación oficialista tuvo autorización para concentrarse frente a la Asamblea Nacional, mientras que la marcha de la oposición no recibió el permiso para acercarse al órgano legislativo y deberá terminar su protesta a una cierta distancia.
“Es un gobierno que huye de la voz del pueblo, que usa todo tipo de amenazas para tratar de limitar estas manifestaciones pacíficas”, lamentó Ledezma.
Los líderes opositores lamentaron que el gobierno no lance un verdadero debate sobre el estado de las escuelas y de la educación pública.
“El gobierno quiere controlar todo, incluso la mente de nuestros hijos, pero es incapaz de tener una educación pública de calidad”, lamentó el líder opositor Julio Borges.
La nueva ley prevé una educación laica, donde el Estado tiene un papel fundamental. En sus artículos se subraya la “prohibición de difusión de ideas contrarias a la soberanía nacional” o las sanciones contra medios de comunicación que produzcan “ terror en los niños”, “inciten al odio” o atenten “contra la salud mental” de los venezolanos.