Manila, DPA
El volcán Mayo, situado a 360 kilómetros al sureste de Manila y en erupción desde mediados de diciembre, se convirtió en atracción turística para miles de personas que acudieron a ver el espectáculo durante los días festivos de Navidad, según informaron hoy las autoridades locales.
El gobernador de la provincia de Albay, Joey Salceda, afirmó que gracias a esto se recibieron unas 76.000 visitas en sólo un mes, igual que en un año entero.
“Nuestros hoteles están completos, los autobuses y aviones también, y los restaurantes, tiendas y clubes nocturnos están ganado mucho”, afirmó.
El monte Mayon, con sus 2 472 metros de altitud, es uno de los volcanes más activos del mundo y gracias a su perfecta forma cónica es uno de los destinos turísticos preferidos, incluso sin lava.
El espectáculo es especialmente impactante en estos días durante la noche: ríos de lava incandescente se desparraman desde el cráter hasta seis kilómetros hacia abajo y las fumarolas ascienden por el cielo hasta varios miles de metros.
Algunos visitantes se saltan todas las advertencias de los vulcanólogos y alquilan coches todoterreno para acercarse hasta las coladas de lava, lo cual supone un grave riesgo, según las autoridades, pues el volcán expulsa continuamente lapilli y se puede producir una explosión repentina con toneladas de lava.
Las fuerzas de seguridad están movilizadas para impedir a los turistas que se acerquen a las zonas de peligro. Hasta ahora, unas 50 000 personas fueron trasladadas a zonas más seguras por las autoridades.