Miles de personas participan en una manifestación contra el Gobierno de la presidenta de Brasil Dilma Rousseff este domingo (12 de abril de 2015) en Sao Paulo. EFE
Miles de brasileños salieron este domingo (12 de abril) a las calles para protestar contra el gobierno de la presidenta, Dilma Rousseff, con críticas contra la corrupción, en demanda de un juicio político contra la mandataria y, en algunos casos, pidiendo una intervención militar.
Según informan medio locales, hay movilizaciones en al menos 10 estados del país y, hasta el mediodía, según cálculos de policías citados por el portal UOL, los actos reunieron a unas 25.000 personas.
Durante la primera parte del día, hubo manfestaciones en el Distrito Federal y en varias ciudades de los estados de Alagoas, Amazonas, Bahia, Maranhao, Minas Gerais, Pará, Paraná, Río de Janeiro y Santa Catarina.
La capital federal Brasilia, donde los actos comenzaron temprano en la mañana, es la que ha concentrado hasta el momento la mayor cantidad de manifestantes, que la policía calcula en torno de los 10.000. Los activistas se concentraron en la Explanada de los Ministerios, donde la seguridad fue reforzada con al menos 3.000 efectivos.
Uno de los grupos que protestaron en Brasilia pidió la intervención militar. “Solo los militares pueden hacer la verdadera reforma política”, se podía oír desde un móvil de sonido que llevó el grupo. Al igual que ocurrió el pasado 15 de marzo, cuando 1,7 millones de personas, según estimó la policía, salieron a las calles para repudiar al gobierno -un millón de ellos en Sao Paulo-, los participantes lucen, en su inmensa mayoría, camisetas de la selección nacional de fútbol.
Las consignas, asimismo, también se repiten: “Fuera Dilma”, “Fuera PT (Partido de los Trabajadores)” y “Basta de corrupción”, fueron las más entonadas en cánticos o presentes en carteles y pancartas.
En Río de Janeiro, la rambla de la playa de Copacabana se vio colmada de manifestantes, aunque su número estimado no fue divulgado. Los actos fueron convocados por los mismos grupos que lo hicieron el mes pasado, los cuales se autodefinen como “apartidarios”: el Movimiento Brasil Libre (MBL), Revoltados Online (Indignados OnlineO y Vem Pra Rua (VPR, Sal a la Calle). Los tres grupos defienden la renuncia o destitución inmediata de la presidenta, a la que tildan de haber “estafado” durante la campaña electoral al no haber admitido que promovería el ajuste fiscal que de hecho está implementando su equipo, y de tener vínculos estrechos, al igual que el PT, con el millonario escándalo de corrupción en la estatal Petrobras.
En la playa de Copacabana en Río de Janeiro los brasileños volvieron este domingo (12 de abril) a las calles para protestar contra el Gobierno de Dilma Rousseff. EFE
Una encuesta del instituto Datafolha divulgada el sábado reveló que la apertura de un juicio político contra Rousseff, el cual podría derivar en su destitución, es apoyada por el 63 por ciento de los brasileños.
Según el mismo estudio, las manifestaciones contra su gobierno son apoyadas por el 75 por ciento de los encuestados. Las protestas son apoyadas además por los partidos opositores, entre ellos el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), cuyo presidente, el senador Aécio Neves, disputó con Rousseff la segunda vuelta de las elecciones nacionales y perdió por muy estrecho margen.
La insatisfacción con el gobierno de Rousseff también quedó en evidencia en el sondeo del sábado (11 de abril), que reveló que el índice de aprobación de su gestión se mantiene desde marzo pasado en un ínfimo 13 por ciento, mientras que los que la reprueban llegan al 63 por ciento.