Los milagros de sister Elise, la Betty y la Sandra

Sister Elsie, tras profundas investigaciones, dio a luz un libro de ciencia ficción de unas 2 500 páginas, financiado por la revolución ciudadana con plata del pueblo ecuatoriano. El libro da cuenta de los milagros de la Comisión de Medias Verdades que ha logrado que con el tiempo, villanos se transformen en héroes, secuestradores en guías de turismo que llevaban a las víctimas por selvas, riscos y cañadas para mostrar la belleza del país.

En fin, los luzbeles de ayer son los arcángeles de hoy. Pero el culebrón es útil. Por ejemplo, las amas de casa pueden subirse a este y alcanzar las especerías de la parte alta de la alacena; los intelectuales, en su biblioteca, se trepan al culebrón y alcanzan los libros de la parte alta de la estantería.

Por su parte, doña Betty, devota del arcángel San Rafael, quien usa los corrillos de la Asamblea como pasarela de la moda, dio a luz un opúsculo titulado “Cómo sacar la madre a los poderes fácticos y métodos para desinflar el acoso mediático”. La obra, de gran expectativa, tuvo poca venta, pues hasta sus compañeros de bancada consideraron que no fue hecho con cabeza, sino con higadilla. Muerta de iras, la autora sufrió un soponcio y cayó al valle de la indecisión: no sabe si encomendarse a su arcángel o al beato Fabrizio, patrono de los desesperados.

Y entró en escena doña Sandra, quien se declara víctima del acoso mediático. Como ya pagó sus culpas, pide ser declarada patrona de los jóvenes que estén redactando sus tesis doctorales.

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