Miguel Guerra por el Quito espero 40 años más

Pablo fiallos
Redacción Siete días

Para Miguel Guerra, actor y director del programa cómico ‘No-ticias’, uno de los mejores jugadores del Ecuador ha sido Jaime Iván Kaviedes.

Mi nombre es  Miguel Guerra y soy un niño, hincha del Deportivo Quito, que juega a reír en todas las situaciones y  a hacer reír a todas las personas. Soy  un niño que se disfraza y que sueña con convertirse en varios personajes y que vive intensamente cada minuto de su vida.

Me gusta  compartir con la gente, me encuentre en el lugar que me encuentre. Además, me gusta estar en contacto con las personas. Ahora estoy tratando de vivir el aquí y el ahora.

Mientras sostiene en sus manos la camiseta que el ‘Nine’ le regaló, aún recuerda el mejor gol que marcó Kaviedes en la corta estancia con el equipo de sus amores, el Deportivo Quito. Precisamente lo hizo contra el Deportivo Cuenca, con quien ahora  jugará la final del Campeonato.

“Justo fue con el Cuenquita, que ahora es el que va a pagar los platos rotos, creo. Ese día, Kaviedes cogió la pelota desde el arco y dribló y dribló y se llevó de medio equipo, unos seis jugadores,  y metió un golazo. Eso me motivó a meterme a la cancha y a pedirle que me regalara su camiseta”.

¿Eso es lo más loco que ha hecho por el   Quito?

No. En el colegio me iba con mis compañeros al estadio y me tocaba ir a la barra de la Liga, porque  todos mis compañeros de curso eran hinchas de ese equipo. Ahí yo grité como desaforado por el Quito en medio de la hinchada blanca y además cuando hizo un gol el Quito me desaté y festejé como loco, mientras me gritaban “siéntate taxista”.

¿No le dio miedo ser atacado por  los otros hinchas?

De pronto fui imprudente por gritar e incitar a la otra barra, pero creo que esos eran otros tiempos  (hace 21 años) y se vivía el fútbol de otra manera, no con la violencia que existe en la actualidad. Ahora no lo volvería a hacer.

¿Qué más  se ha jugado por el Deportivo Quito?

Siempre he apostado por mi equipo con  mis amigos que son  todos  hinchas de  la Liga, el pelo o lavadas de carro.  E incluso cuando el Quito ha tenido sus peores campañas no he dejado de hacerlo, porque siempre he mantenido la confianza en mi equipo y he creído ciegamente en el dicho “marido tiene...”.

Ser hincha es una condición que se hereda, ¿quién le inculcó ese amor que siente por el Deportivo Quito?

Me cuentan que mi papá me llevó a los 3 años, por primera vez, a un estadio. Ahí le escuché gritar por el Quito y hacerle barra y yo quise bajar a la cancha y tener una pelota de fútbol. Mi papá me bajó hasta la cancha y desde ahí soy hincha del Quito. Lo curioso es que mi papá en una época fue hincha de la Liga y fundador de las barras en la Universidad Central. Y después se hizo del Quito, porque mi tío, Ernesto Guerra, jugaba en ese equipo justo antes de que yo naciera.

El gusto por el Deportivo Quito lo quiere transmitir a sus hijos,  Juan Martín, de 2 años,   y Micaela, de 5, quienes ya se saben algunas barras. Incluso su mujer,   Carolina, quien era hincha del Aucas como su papá, ya juró la bandera del Deportivo Quito.
Guerra recuerda las satisfacciones y las frustraciones que ha sentido por su equipo. Lo que más le enorgullece del Deportivo Quito es que sin manejar un gran presupuesto como otros equipos del país, siempre  haya estado peleando en lo alto de la tabla.

¿Y  la mayor decepción?

Un año en que  el Quito debía ser campeón contra el Barcelona en Guayaquil. Debíamos perder tres cero para no salir campeones... y perdimos por tres goles. Al año siguiente, varios jugadores se fueron al Barcelona. Desde ahí perdí la ingenuidad en  el fútbol.

¿Qué le gusta de ser hincha del Deportivo Quito?

Me gusta mucho ese equipo, porque siempre ha sufrido y ha tenido que vérselas negras. Dicen que los hinchas de mi equipo  debemos tener dos corazones, uno para vivir y otro para el Quito. Es que es un equipo que siempre  ha puesto coraje y entrega, y en términos futbolísticos,  h...
Pero su álter ego deportivo, Córner, es hincha de la Liga...

Córner ha estado con todas las barras del país, pero él le agarró un gustito especial a la Liga, porque incluso le acompañó a la final de la Libertadores. Incluso él apostó bajarse el pantalón (y se bajó) en el arco del Fluminense. Le gusta mucho la Liga al Córner. Así  desarrollé yo al personaje, y él  ya tiene propia vida.

¿No ha entrado en conflicto alguna vez por eso?

No lo había sentido en cinco años.  Pero en el último clásico sí sentí un poco de conflicto. Tanto que no quería ir a cubrir ese partido. La idea inicial era que Córner vaya a la barra con los de la Liga, pero terminó yendo con los del Quito, porque yo sentía que ellos iban a ganar. Por eso digo que el Córner es medio ‘cabalero’.

Suplementos digitales