Un grupo de migrantes duerme a la intemperie en Turubamba, sur de Quito

En el lugar pernoctan hombres y mujeres con niños pequeños. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

En el lugar pernoctan hombres y mujeres con niños pequeños. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

En el lugar pernoctan hombres y mujeres con niños pequeños. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

En la esquina de la calle Cusubamba y la avenida Teniente Hugo Ortiz, en el sur de Quito, un grupo de 12 personas, entre ciudadanos de Venezuela y Colombia, pernocta en los exteriores del antiguo Registro Civil de Turubamba.

En lo que antiguamente fue una plaza de comidas, los ciudadanos extranjeros acondicionaron cartones y cobijas para resguardarse del frío en las noches quiteñas. En el piso encienden fogatas para calentarse y preparar alimentos. En el grupo hay mujeres con niños pequeños. En una de las esquinas del lugar se percibe un fuerte olor a orina, pues ahí no existen servicios higiénicos.

Los moradores del sector manifiestan su preocupación. Ellos dicen que el pasado 17 de julio de 2019 se registró una pelea entre un grupo de personas del lugar.

El propietario de un restaurante que prefirió no identificarse contó que junto a su esposa les regalan comida a los migrantes. “Nos da mucha pena sobre todo por los niños pequeños”.

Las familias de migrantes dicen que permanecen en el lugar desde hace más de dos semanas. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Mariana V., vecina del lugar, manifestó que alrededor de 30 personas duermen en el lugar. Ella señaló que algunos son agresivos y quieren imponerse. “Nos exigen que les demos un dólar, por eso nos sentimos inseguros”. 

Este Diario acudió al lugar la mañana de este jueves 18 de julio del 2019. Allí, un hombre que se cubría el rostro con una máscara repitió varias veces: “dejen de grabar si no quieren problemas”.

“Nosotros estamos desde hace dos semanas y necesitamos un sitio para dormir, sobre todo para los niños porque acá hace frío, nos ubicamos aquí por necesidad”, señaló otro migrante de Venezuela. “Lo bueno es que la gente nos colabora con comida, nosotros nos ayudamos limpiando vidrios (parabrisas), aunque tenemos problemas porque dicen que eso es prohibido. Somos unas 15 familias que estamos aquí”, comentó. Además, piden a las autoridades que les “ayuden con una vivienda” donde puedan estar más cómodos.

Aurelio es otra de las personas que duerme en el sitio. “Necesitamos ayuda, que nos den trabajo, yo soy de Colombia y vine huyendo de la guerrilla”, dice. “No me gusta salir a limpiar vidrios porque eso no da. Prefiero pedir limosna en las calles”.

Según los vecinos del lugar, los migrantes permanecen en ese espacio hace más de un mes. Ellos solicitan a las autoridades que brinden seguridad en el sector.

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