La migración venezolana apunta a Guayas

La ONG Venmundo entregó alimentos a venezolanos en distintos sitios de Guayaquil. Foto: Mario Fautos/ EL COMERCIO.

La ONG Venmundo entregó alimentos a venezolanos en distintos sitios de Guayaquil. Foto: Mario Fautos/ EL COMERCIO.

La ONG Venmundo entregó alimentos a venezolanos en distintos sitios de Guayaquil. Foto: Mario Fautos/ EL COMERCIO.

La migración venezolana en Ecuador tomó un giro este año, por la emergencia sanitaria, y ubica a Guayas como el nuevo destino receptor de ciudadanos de esa nacionalidad.

Muchos de los nuevos extranjeros trabajan o piden ayudas económicas, con mayor intensidad, desde junio pasado en semáforos de avenidas como la Francisco de Orellana, Vía a Daule, Juan Tanca Marengo, Quito o Machala.

Los colectivos y asociaciones de migrantes venezolanos reconocen que la pandemia generó un nuevo escenario. Coinciden en que Guayas se ha convertido en una especie de epicentro de atracción de migrantes, estimulado por la reactivación económica.

Esa mayor población venezolana en la provincia se revela en las cifras de educación. Según el Ministerio del ramo, Guayas pasó de 6 383 estudiantes de esa nacionalidad en el 2019 a 14 152 este año. Es el mayor crecimiento del país. Con ello, casi empató a Pichincha que, hasta el año anterior, tenía la hegemonía. 

Los colectivos explican dos factores: la pandemia motivó a venezolanos que residían en otras provincias, sobre todo de la Sierra, a moverse a Guayas para trabajar en la informalidad, principalmente. También consideran que Guayaquil y Durán han recibido a decenas de migrantes que abandonaron otras naciones del sur, como Perú y Chile.

María Peña, coordinadora de la agrupación Venmundo capítulo Ecuador, asegura que como parte del fenómeno han identificado casos de gente que trasladó a sus hijos desde la Sierra a Guayaquil para que continúen sus estudios.

Una de ellas es la valenciana Taydde García, quien habitaba en Ambato, pero a inicios de mayo se movió a la urbe porteña. “Me ofertaron un mejor sueldo en enfermería; mi niña de 9 años también vino y ya cursa acá sus estudios”.

Ese panorama se vive también en el hogar refugio Un Techo para el Camino, de Hogar de Cristo. En un recorrido de este Diario se constató que había familias que arribaron a Guayaquil desde Riobamba, Manta, Quevedo y Santa Elena. Todos con el objetivo de hallar una mejor situación.

Ronald Borges, coordinador de la Casa, explica que ha habido un cambio en el patrón migratorio, pues antes de la pandemia llegaban migrantes que usaban a la ciudad para tránsito; hoy, en cambio, llegan para quedarse desde otras localidades ecuatorianas o Perú.

Por ejemplo, Luis, su esposa y su hija menor de edad venden dulces en un semáforo en la vía a Daule. Tenían previsto, en primera instancia, volver caminando desde Lima hacia Caracas, como consecuencia de una crisis económica familiar provocada por la pandemia del coronavirus.

Sin embargo, un conocido en la urbe porteña les sugirió quedarse porque la “recuperación económica avanza rápido” .

No se conoce con exactitud cuántos han arribado al país desde otros países porque las fronteras han estado cerradas con Perú y Colombia, por lo que los ingresos se han dado por pasos irregulares.

El Municipio de Guayaquil dice que está coordinando diversas acciones con Hogar de Cristo, la Cruz Roja y otras ONG para otorgar asistencia a los nuevos extranjeros.

El subsecretario de Movilidad Humana, Juan Francisco Loayza, indica que sí puede existir un movimiento de venezolanos dentro de Ecuador. Por ello, dijo, se está analizando crear una herramienta para verificar dónde están residiendo actualmente, tras la emergencia sanitaria, los 165 671 ciudadanos que cumplieron con el registro migratorio pasado.

La Cancillería, de su parte, informa que en ese proceso, que culminó en agosto, se concedieron 39 076 visas humanitarias; de ellas, el 50,87% en Pichincha y el 21,69% en Guayas.

Esos datos del Gobierno reflejan que Pichincha tiene una amplia diferencia de población venezolana sobre Guayas, lo que dista de la brecha estudiantil entre ambas provincias.

Daniel Regalado, presidente de la Asociación Civil Venezolanos en Ecuador, comenta que las cifras de regularización no corresponden al peso real de sus compatriotas por provincias, pues decenas de ciudadanos no realizaron el registro migratorio. Y muchos de ellos, que son nuevos migrantes, están en Guayas, dice.

Puntualiza que varios extranjeros incumplieron una de las exigencias para ese proceso: el haber ingresado por un paso regular hasta el 26 de julio del año pasado. Según Regalado, ahí se da el desfase entre los datos de Cancillería y Educación, pues se refleja que Guayas tiene mayor población irregular que Pichincha.

La Cancillería destaca que apenas 8 000 niños y adolescentes venezolanos en edad escolar tienen algún visado en Ecuador. La cifra es menor a los 49 967 chicos inscritos en el sistema educativo del país.

“El número de estudiantes venezolanos que no han podido optar por un visado y, por ende, regularizar su estadía en el Ecuador, se debe a que no cuentan con los documentos requeridos por la Ley de Movilidad Humana”.

No obstante, el Ministerio de Relaciones Exteriores precisa que los chicos venezolanos sin regularización han accedido a la educación “sin tomarse en cuenta si tienen o no con documento de identidad o estadía regular en el Ecuador”.

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