Michel Levi, catedrático e investigador académico. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Entrevista Michel Levi, catedrático e investigador académico
La Alianza del Pacífico tiene 55 países observadores y otros están pidiendo ser miembros. ¿Por qué genera tanto interés?
Yo creo que tiene un efecto mediático importante. Y se vende más de lo que realmente es. La profundidad de los procesos de integración regional se puede medir con el indicador de comercio intrarregional, que mide el comercio entre los Estados que forman parte del mecanismo. En la Unión Europea (UE), que es el caso emblemático de integración regional, más del 60% del intercambio es intrarregional. Este indicador en la Alianza aún es bajísimo.
¿Cuál es el valor de la Alianza del Pacífico?
No es un bloque de integración regional, pero es un mecanismo interesante que propone un objetivo clave: mirar hacia el continente asiático.
Si no es un bloque de integración, ¿qué es la Alianza?
Es un mecanismo para facilitar el comercio. El instrumento real de integración regional es la tan criticada y denostada Comunidad Andina. Es más, la CAN le da base a la Alianza del Pacífico, ya que dos de sus países miembros, Perú y Colombia, tienen acuerdo de libre comercio por la CAN y eso les permite ser parte de la Alianza del Pacífico. Ecuador, al ser de la CAN, es informalmente también parte de la Alianza.
¿Por qué la CAN sí es un bloque de integración?
La CAN tiene una estructura institucional con visión amplia y multisectorial al integrar varios temas que van más allá de lo comercial: seguridad social, desarrollo del empleo, telecomunicaciones e infraestructura. Es decir, busca la integración para el desarrollo de las sociedades de los Estados miembros. Es una estructura compleja y por eso es tan difícil hacer que funcione. La Alianza es un mecanismo más simple y centrado en un parámetro puntual: el comercio.
¿Qué proyección a futuro puede tener la Alianza?
La integración de comercio es interesante a medida que todos los socios se beneficien más o menos por igual. En el marco de la CAN los socios, por ejemplo, hemos creado un vínculo y un marco normativo fuerte que evita que nos perjudiquemos. Muchas cosas se destacan como logros de la Alianza del Pacífico, como cooperación para el mercado laboral, pero muchos de esos mecanismos ya existían y son parte de la CAN.
Entonces, ¿qué resultados deja la Alianza?
Ha ayudado a vincular a los sectores privados de los países. Hay el Comité Empresarial del Pacífico. Todo lo que implique una mayor asociatividad es muy beneficioso porque el motor de una estructura de comercio se da sobre todo a través del sector privado.
¿Qué importancia adquiere la Alianza tras firmar el plan de cooperación con el Mercosur?
La relación con Mercosur es importante, el problema del Mercosur es que es un bloque cerrado. Mercosur tiene una visión de negociar en bloque los acuerdos de comercio y por eso se ha tardado más de 20 años en negociar con la UE. En cambio, la Alianza quiere acuerdos con todo el mundo.
Ecuador pidió esta semana ser miembro asociado. ¿Cumple los requisitos?
Sí. Ser miembro asociado solo implica formalizar los acuerdos que ya tiene y que son tratados de libre comercio con Perú y Colombia, y los acuerdos parciales con México y Chile. Si se quiere ser miembro pleno, habría que profundizar los acuerdos con México y Chile. Si Ecuador va hacia una apertura más amplia con la Alianza, me temo que eso tendrá un impacto negativo en la balanza comercial.
¿Por qué?
México tiene una fuerte industria de línea blanca y de vehículos. Ecuador tiene también esas industrias, que le ha costado posicionar. Una apertura con México podría poner en riesgo a esas inversiones. Una relación más profunda con la Alianza debe ser analizada con más cuidado.
¿Cómo se explica una hoja de ruta comercial sin que haya estudios previos y acuerdos con los sectores productivos? ¿O no se necesitan esos estudios?
Sí se necesitan. La base de toda negociación es tener estudios. Para negociar con la UE se tenían estudios que se discutieron internamente. Eso es ser responsables. Si en el caso de México existen esos análisis, el Ministerio de Comercio Exterior y el sector privado deberían hacerlos públicos.
¿Por qué Ecuador debe proteger a industrias que no pueden competir?
No pueden competir por una serie de factores, por ejemplo aranceles sobre los insumos, como ocurre en la industria automotriz. Ecuador tiene poca industria y antes de afectarla debe hacerse un análisis muy claro. Ver el impacto en otros encadenamientos productivos, en el empleo. No sería muy inteligente echar por la borda eso para importar todo de México. Y no solo me refiero a la industria automotriz o de línea blanca. Hay que hacer estudios para determinar el impacto en otros sectores o actividades.
El bloque de la Alianza del Pacífico lo conforman países convencidos de la apertura comercial. ¿Ecuador lo está?
No. Y tener una imagen aperturista no es buena en una estructura económica global que ahora tiende a proteger cada vez más a la industria. China, EE.UU., la UE, los que más hablan de la apertura, son los más proteccionistas y tienen razones para serlo. No se trata de poner barreras al comercio sino de buscar mecanismos para manejar o gestionar la búsqueda de la apertura, pero de forma inteligente.
Experiencia. Michel Levi es coordinador del Centro Andino de Estudios Internacionales de la Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador.
Formación. Es doctor en Jurisprudencia por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). El académico cuenta con un máster en Derecho Internacional y Europeo por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y, además, es candidato a PhD en Ciencia Política por la Universidad de Grenoble (Francia).