Tegucigalpa, AFP
El gobernante de facto de Honduras, Roberto Micheletti, dijo estar “sorprendido” por la forma en que Estados Unidos pretende intervenir en los asuntos del país, y reiteró que se mantendrá en el poder hasta el 27 de enero, cuando asumirá el gobierno el presidente electo Porfirio Lobo.
“La sucesión presidencial ordena que debo entregar el poder el 27 de enero”, respondió Micheletti al canal 5 de televisión hoy, citado por medios escritos.
Micheletti dijo que está “sorprendido de ver cómo los gringos quieren legislar en Honduras, porque el Congreso me eligió para terminar el periodo de seis meses”, tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya.
“Estados Unidos desea que me retire el 15 de enero con la promesa de otorgar muchos millones de dólares de ayuda a Honduras. Sin embargo, Washington debe respetar la decisión soberana de nuestro pueblo”, advirtió.
Agregó que estará ausente en los actos de toma de posesión de Lobo, quien públicamente le pidió que no asistiera.
“Esa es una fiesta de todos los hondureños y voy a complacerlo”, dijo Micheletti, quien asumió el poder tras la salida de Zelaya el 28 de junio.
Las declaraciones de Micheletti coincidieron con la venida al país del Subsecretario de Estado para América Latina, Craig Kelly, con quien se reúne hoy y quien pretende destrabar la crisis política en Honduras.
Una posible fórmula para superar el conflicto es la salida adelantada del gobernante de facto, desconocido por la comunidad internacional.
Craig se reunió el martes con Zelaya, quien aseguró que Estados Unidos desea que Micheletti abandone cuanto antes el poder para que el futuro gobierno pueda ser avalado por el grueso de la comunidad internacional.