Mi hijo no estuvo en el bombardeo: Aisalla

QUITO 26-02-2010 PARA JUDICIAL, GUILLERMO AISALLA, PADRE DE FRANKLIN AISALLA PRESUNTO INVOLUCRADO CON LAS FARC FOTO: VICENTE COSTALES / EL COMERCIO ---------- 15 COLOR AG 6081

QUITO 26-02-2010 PARA JUDICIAL, GUILLERMO AISALLA, PADRE DE FRANKLIN AISALLA PRESUNTO INVOLUCRADO CON LAS FARC FOTO: VICENTE COSTALES / EL COMERCIO ---------- 15 COLOR AG 6081

El bigote poblado de Guillermo Aisalla es cano pero similar al que tenía su hijo Franklin, de 37 años, antes de fallecer. Él era el que más se parecía a su padre, de entre cuatro hermanos. “Por ese bigote dicen que lo confundieron con Julián Conrado, el cantante de las FARC, cuando su cadáver apareció en Colombia ”, refiere Guillermo Aisalla, al recordar los dos años del bombardeo colombiano a la base de las FARC, en Angostura, que se cumplen mañana. Ese hecho lo marcó: Su hijo era uno de los 26 abatidos en la base.

Desde el umbral de su sencillo domicilio, en el populoso barrio del Comité del Pueblo, en el norte de Quito, Aisalla asegura que su hijo nunca estuvo en el campamento donde murió uno de los líderes de las FARC, Raúl Reyes.

“Cuando repatrié el cuerpo de Franklin no se halló señales de quemaduras o desprendimientos. Solo tres balas, disparadas a 20 centímetros de distancia, y un golpe en la cabeza, que le partió el cerebro, posiblemente propinado con la culata de un fusil”.

Su testimonio guarda relación con el informe de inspección ocular No. 2372-DCP, que realizó el departamento de Criminalística de la Policía de Pichincha, al recibir el cadáver traído de Bogotá.

Allí se dice que el cuerpo tenía una “fractura multifragmentaria ubicada en la región occipital y temporal izquierda de 6x8 cm”. También, dos heridas de forma circular en el “hemotórax lateral izquierdo” de uno y dos centímetros; y una herida contuso cortante, ubicada en la región toráxica izquierda de 5x3 cm.

“Si hubiera estado en el bombardeo su cuerpo habría quedado mutilado. Lo que creo es que lo utilizaron como chivo expiatorio para encubrir a alguien más”, refiere Guillermo Aisalla.

Los vídeos de la Operación Fénix, como se denominó al bombardeo, circulan en YouTube y dan cuenta de cómo se trasladó de Angostura a Colombia el cuerpo de Reyes, en una camilla metálica, suspendida con cables a un helicóptero militar. Pero no hay tomas del desplazamiento del cadáver de Aisalla, quien según las FF.AA. de Colombia, fue hallado en la base y confundido con Conrado.

“Él nunca habló de las FARC ni tenía amigos de la agrupación. Todos los días salía a las 08:30 de la casa hacia su taller, donde trabajaba de cerrajero, y volvía a las 18:30”, dice su padre.

Pero Inteligencia policial de Ecuador asegura que Franklin Aisalla mantenía un estrecho vínculo con la delegada internacional de las FARC en Ecuador, Nubia Calderón, quien incluso habría sido su compañera sentimental. También con Julio César Rivera, ‘El Pirata’, señalado como el supuesto infiltrado en las FARC que dio a agentes de Inteligencia la ubicación exacta del campamento donde estaba Reyes. Según la Policía ecuatoriana, el 11 de mayo de 2007, ‘El Pirata’ fue detenido junto a Aisalla, cuando los dos merodeaban la casa del entonces ministro de Energía, Alberto Acosta.

Wellington Sandoval, ex ministro de Defensa de Ecuador, confirmó el nexo de Aisalla con Calderón y aceptó que fue investigado por Inteligencia entre 2003 y 2005. Los medios colombianos mostraron fotografías y vídeos donde supuestamente se lo observaba junto a Calderón y a Simón Trinidad, el canciller del grupo guerrillero. Incluso hay una imagen en la que presuntamente aparece rompiendo una piñata, en un campamento, al parecer en el cumpleaños de Reyes.

Al recordarlo, el padre de Aisalla cierra los ojos y agacha su cabeza con un ademán de indignación. Está convencido de que la información fue forjada por agentes de la Policía y cree que ‘El Pirata’ es uno de los que está tras la “campaña de descrédito”.

A su hijo se lo señaló también como el encargado de proveer documentos falsos para los guerrilleros que necesitaban ocultar su identidad en Ecuador. Para desmentirlo, en los últimos dos años su familia se ha dedicado a recabar información que espera presentarla en dos meses.

Aisalla sostiene que si su hijo hubiera sido informante de la Policía hubiese tenido “por lo menos un carro o un terreno. Él no tenía nada, solo una cuenta en la Cooperativa Santa Lucía, con USD 120. Era un buen hijo”.

Ayer, en la iglesia del barrio Rumiñahui se oficio una misa en memoria de Franklin. “Juro que si mi hijo hubiera estado implicado en lo de Angostura, hubiese pedido perdón al país”, dijo su padre.

Por la muerte del ecuatoriano no hay detenidos. El jueves, el juez tercero de Garantías Penales de Sucumbíos, Francisco Revelo, se abstuvo de enjuiciar a cuatro autoridades colombianas en el proceso que se abrió en Ecuador por el presunto asesinato.

Aisalla era el tercero de cuatro hijos y se había convirtido en “el segundo padre” de sus dos hermanas. Cubría sus gastos escolares, de vestimenta... Tras el deceso, su padre, quien ahora tiene 67 años, tuvo que volver trabajar. Es ayudante en un vehículo de recorridos escolares. “No tengo plata para plantear un juicio en Colombia”, dice, pero confía que Ecuador seguirá adelante con la demanda que planteó ante la Comisión Interamericana de DD.HH.

Suplementos digitales