¿Le hubiera gustado tener como compañeras candidatas a una chica afro o indígena dada la diversidad de Quito?
Tenemos diversidad, sin embargo, no creo que sea necesario que se manifiesten en un evento para tomarlos en cuenta. A estas culturas les tenemos respeto. Si ellas hubieran querido acceder al concurso hubieran podido ingresar.
Su trabajo en el reinado será por los niños. ¿Qué tanto sabe de ellos?
Tuvimos la ayuda de Unicef, que nos ha capacitado dos meses y también la experiencia de estar con estos niños en el Patronato San José, con ellos hemos vivido alegrías gigantescas.
¿Si fuera una niña de la calle, cómo se imagina?
Es bastante complicado, hubiera perdido la esperanza y pensado que mi sociedad me hizo a un lado, que se olvidaron de mí.
Cuando coge un bus, ¿le dicen ‘reinita’?
En mi casa soy la última hija y la única mujer, he estado acostumbrada a recibir muchísimo cariño y en mi casa se manejan estos temas de ‘nenita’ y ‘reinita’, pero desde que fui candidata todos los quiteños han sido amables y a todas nos han dicho reinitas.
¿En qué cuento le gustaría encontrarse?
En ‘Blancanieves’, porque te enseña de un trabajo en conjunto, ellos están trabajando por algo lindo y de repente… llega el príncipe azul que la salva de la muerte.