Entusiastas del misticismo y los selfies celebran equinoccio de primavera en México

Los visitantes rodean la pirámide de Kukulcán en el sitio arqueológico maya de Chichén Itzá, en el estado de Yucatán, México, el 21 de marzo de 2019. Foto: Hugo Borges / AFP

Los visitantes rodean la pirámide de Kukulcán en el sitio arqueológico maya de Chichén Itzá, en el estado de Yucatán, México, el 21 de marzo de 2019. Foto: Hugo Borges / AFP

El sol brilla directamente a través de la puerta del Templo de las Siete Muñecas, en el equinoccio de primavera en el sitio arqueológico maya de Dzibilchaltun, en el estado de Yucatán, México, el 21 de marzo de 2019. Foto: Hugo Borges/ AFP

Decididos a capturar en piel y espíritu los rayos solares del equinoccio de primavera, miles de personas ataviadas mayoritariamente de blanco visitaron este jueves antiguas edificaciones prehispánicas en México, evento que reúne tanto a entusiastas del misticismo como de las fotos en redes sociales.

En el sitio arqueológico Teotihuacán, sede de las imponentes pirámides del Sol y de la Luna al norte de Ciudad de México, millares de mexicanos y extranjeros se formaban para subir los centenares de escalones que llevan hasta la cima de ambos colosos.

Desde allí, con los brazos extendidos y apuntando hacia el cielo, buscaban recibir la energía del sol que este jueves cayó sobre la superficie terrestre desde su punto más alto en el cielo, para recibir la primavera boreal, fecha sagrada en los calendarios prehispánicos que sigue atrayendo a turistas del mundo entero.

“Esta zona es Teotihuacán, 'donde los hombres se hacen dioses', entonces hay que robarle un poquito de energía a eso”, dijo a la AFP Alfonso Martínez, de 53 años, nativo del estado de Veracruz, en la costa atlántica de México.

Martínez viste casaca blanca y pañuelo rojo amarrado sobre la frente para protegerse del sudor. Ambos colores se repiten en el vestuario de decenas de bailarines que realizan una danza ritual en la explanada que se extiende frente a la Pirámide del Sol, construida hace unos 1.900 años.

Los visitantes rodean la pirámide de Kukulcán en el sitio arqueológico maya de Chichén Itzá, en el estado de Yucatán, México, el 21 de marzo de 2019. Foto: Hugo Borges / AFP

Música de tambores marca el ritmo de un baile de movimientos enérgicos, realzados por el sonido de las conchas marinas y cascabeles con los que están hechos los collares y brazaletes de los danzantes

Aunque el equinoccio de primavera fue la tarde del miércoles, fue este jueves cuando los sitios arqueológicos recibieron numerosos visitantes.

“Me llena de mucha energía, me llena de mucha fuerza, me llena de mucho poder, me llena de mucha sabiduría”, dice Silvia Torres, jubilada de 71 años con el cabello completamente encanecido.

Pero no todos los visitantes ven esta fecha como un encuentro con la historia y la naturaleza.

Al lado de aquellos que se sientan a meditar en la parte más alta de las pirámides, están los que aprovechan para hacerse selfies en todos los ángulos posibles o captar algunas buenas panorámicas.

En tanto, en el templo maya de las Siete Muñecas, parte del sitio arqueológico de Dzibilchaltún en Yucatán (este) , los visitantes observaron el paso de los rayos solares a través de las puertas este y oeste de la edificación, otra actividad tradicional del equinoccio de primavera.

También se esperan decenas de miles de visitantes en otros sitios arqueológicos del país como Chichen Itza, también en Yucatán.

En la pirámide de Kukulkán, construida por los mayas, al momento del equinoccio los rayos del sol producen una sombra de siete triángulos que asemeja a una serpiente descendiendo las escalinatas.

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