Si se ejecuta la extensión, la terminal del Corredor Central Norte en La Ofelia pasará a ser una estación multimodal. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
El andén de la estación La Ofelia, para abordar uno de los articulados del Corredor Central Norte, luce lleno. Son las 08:30 del viernes 11 de enero del 2019 y cuando la unidad abre sus tres puertas de embarque unas 80 personas, sin control alguno, pugnan por ingresar.
La escena se repite en los andenes de espera para los buses integrados que movilizan a cientos de pasajeros con destino a los barrios noroccidentales y a la Mitad del Mundo.
De acuerdo con los datos del Corredor Central Norte, durante el 2017 (reporte más actual) ese sistema de transporte movilizó a 2 701 313 pasajeros al año. Es decir, al mes transportó a 225 109 usuarios.
Diana Alvear usa a diario este sistema de transporte. Desde La Roldós toma el integrado hacia La Ofelia para dirigirse a su trabajo en el sector de La Alameda (centro-norte).
Cuando no hay tráfico, le toma 20 minutos llegar a la estación. En las horas pico de la mañana, dice que en ese viaje pierde hasta una hora. Cuando nota ese nivel de tráfico busca otro bus para llegar a la avenida Mariscal Sucre y desde allí otra unidad hasta La Ofelia. Eso le puede costar hasta USD 1. “Eso puedo gastar cuando tengo tiempo de tomar buses. A veces no hay más opción que coger un taxi y gasto en promedio USD 5”, comenta Alvear.
Su caso retrata el de miles de personas que viven en la zona de influencia de esa estación de transporte. Su dinámica puede ser un termómetro para definir la necesidad de una extensión de la Línea 1 del Metro de Quito, desde la estación El Labrador hasta La Ofelia.
Esa posibilidad la barajó Mauricio Rodas, alcalde de Quito, en la que fue su última sesión solemne, el 6 de diciembre del 2018, por los 484 años de fundación de la capital.
“Los metros del mundo están en constante expansión, porque el costo de parar y luego volver es mucho más alto. Si se tiene la tuneladora, la fábrica de dovelas, los insumos y el personal técnico, se reducen los costos”, explica el Alcalde.
No obstante, según lo que plantea Rodas, esta no es solo una propuesta lanzada al aire. Dice que desde hace un año atrás se ha trabajado en los estudios para esa ampliación.
Raúl Talabera, quien está a cargo de los actuales estudios para la extensión, señala que la zona norte experimenta un importante grado de desarrollo. Por ello se piensa a la estación La Ofelia como una parada multimodal que conecte el Metro, Quito Cables y el Corredor Central Norte. Se proyecta, mediante todos esos sistemas, movilizar a 500 000 personas diariamente, desde barrios como Cotocollao, Carcelén, Ponciano, Pisulí, La Roldós, entre otros. También se prevé ampliar la cobertura hasta la Mitad del Mundo, según Rodas.
Pero ¿cómo se haría esta extensión? Talabera explica que, desde el área denominada fondo de saco, en la estación El Labrador, se conectaría a la av. De La Prensa con una primera parada en el Centro de Convenciones Metropolitano (parque Bicentenario) y dos estaciones intermedias que se ubicarían en cruces importantes.
Es decir, son 5,4 kilómetros de trazado y cuatro nuevas estaciones. Jorge Yáñez, gerente de Metro de Quito, dice que actualmente se realiza el proceso de validación de la proyección de demanda que habría en ese tramo adicional. La estimación es que se sumen 130 000 pasajeros a los 400 000 que prevé atender la Línea 1.
El urbanista Hernán Orbea señala que, si bien es deseable que se amplíe la cobertura de un sistema de transporte subterráneo, se debe tomar en cuenta que la capacidad de endeudamiento, tras la construcción de la actual Línea 1 del Metro, es casi nula. La alternativa es que la extensión la financie el Gobierno. Orbea no cree mucho en esa posibilidad, por la situación financiera estatal.
Para este urbanista, el tema está en integrar los diferentes sistemas de transporte no solo en una reorganización de rutas sino en el método de pago. “En promedio, una familia de tres personas puede destinar USD 60 en pasajes al mes. Lo ideal es integrar el sistema y que una tarjeta de USD 20 le sirva a cada integrante por un mes para todos sus viajes”.
El alcalde Rodas dice que trabajarán para dejar una propuesta que puede ser ejecutada por la próxima administración. Además, dice que tras conversaciones con el Gobierno, este ha mostrado su interés por financiar la obra.
Actualmente, el avance de la Línea 1 del Metro, desde Quitumbe a El Labrador, es del 80%. Se prevé que entre en operación en diciembre. Entre el 15 y el 19 de enero arribará el segundo tren al país.