El único parqueadero de bicicletas en Guayaquil está en la avenida 9 de Octubre. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
La apertura del espacio público, el impulso a nuevas formas de movilidad y la flexibilización de varias restricciones son síntomas de mejoría en Guayaquil, tras el impacto de la pandemia por covid-19.
El lunes 15 de junio, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) local solicitó la ampliación de horarios, aforos y de la circulación vehicular para avanzar en la reactivación económica. Esto a partir de un descenso sostenido de nuevos casos y defunciones por coronavirus.
Según el Ministerio de Salud Pública, el cantón registra 9 917 casos confirmados desde febrero. Desde lunes 8 de junio han sido reportados 29 casos.
Una de las medidas que darán respiro a los propietarios de locales de venta de alimentos preparados es el uso de las aceras y soportales. La reforma a la ordenanza covid-19 fue aprobada el jueves 11 por el Cabildo, y permite colocar mesas y sillas en el espacio público.
La ubicación del mobiliario dependerá de la extensión de la vereda. Una mesa y cuatro sillas deberán ocupar un área de 4 metros cuadrados, más el espacio de circulación. Hay reglas para el área interior.
Los restaurantes, fuentes de soda, pastelerías, heladerías y cafeterías que funcionan con permiso municipal deberán obtener un informe técnico de la Dirección de Planificación Urbana del Cabildo y aplicar protocolos sanitarios.
“Quienes quieran acceder a esta medida deben cumplir las disposiciones de bioseguridad establecidas por el Ministerio de Turismo y la normativa de prevención que tiene Guayaquil, para evitar contagios”, explica Gino Mera, director de Planificación.
El único parqueadero de bicicletas en Guayaquil está en la avenida 9 de Octubre. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
El lunes 15, algunos negocios de la avenida 9 de Octubre, en el centro, y en Urdesa ya habían instalado mesas en sus exteriores. La decisión no solo aporta al distanciamiento social sino también a la reactivación.
Francesca Ferrero es la presidenta de la Asociación de Restaurantes del Guayas, que acoge a cerca de 300 marcas, entre grandes cadenas y pequeñas huecas. La mayoría cerró por 70 días y desde fines de abril reabrieron con servicio a domicilio. La emergencia sanitaria repercute ahora en sus ingresos. La facturación de los afiliados fluctúa entre el 30 y 60%, en relación con el año anterior.
El uso del espacio público es un beneficio para aumentar el aforo en la parte exterior. Ella dice que los problemas son la extensión de las aceras -que en algunas zonas no pasa de 1,5 metros- y la seguridad.
Por eso el gremio plantea otras opciones, como la organización de mercados y festivales gastronómicos al aire libre, cada 15 días, a medida que se avance en el semáforo.
Para Jorge Mori, consultor turístico, la extensión del espacio para los negocios gastronómicos pone a Guayaquil a la altura de ciudades de Francia y España, que apostaron por la peatonalización de calles.
“Pero a más de la ampliación se requiere un acompañamiento para la implementación de medidas y el equipamiento en bioseguridad”, asegura el también integrante del Comité Cívico de Emergencia Turística, una iniciativa que surgió en la provincia.
Aunque la ciudad continúa en amarillo, el COE local solicitó ayer la ampliación para usar 50% del aforo en restaurantes y locales comerciales, siguiendo protocolos del COE nacional y ordenanzas. Estos cambios son parte del nuevo plan maestro para el cantón.
Su aplicación estaba prevista para el Bicentenario, pero se adelantó por la pandemia. “En el centro del plan está el ciudadano; el objetivo es que se empodere del espacio público, que haya más vida en las aceras y que las calzadas tengan más espacio para la ciclorruta”, dice María Lorena Apolo, asesora en Urbanismo del Cabildo.
La movilidad alternativa es uno de sus ejes. Por eso el Municipio construye una ruta de 100 kilómetros para ciclistas; los primeros 37 kilómetros estarán listos en julio. El trayecto conectará la vía a la Costa con otras zonas del oeste y centro, entre ellas el Malecón 2000. En su mayoría son calles cercanas a mercados y centros de salud. Son ejes para la movilización, no para el paseo.
También se avanza en la normativa para la reapertura de los gimnasios. Aunque solo podrán abrir en verde.