La canciller alemana, Ángela Merkel, se mostró hoy, lunes 7 de julio de 2014, muy preocupada por el nuevo capítulo del escándalo de espionaje de Estados Unidos en suelo alemán tras la detención la pasada semana de un trabajador de los servicios secretos alemanes acusado de vender documentos a Estados Unidos.
“Se trata, si esto es así, de un asunto muy grave”, aseguró la mandataria alemana durante su visita a China donde quiso dar un mensaje claro con la mirada también puesta en los ciberataques que reciben las empresas alemanas desde China: “El espionaje destruye la confianza en el mundo”.
“Si resultan ser ciertas las acusaciones, esto será para mí una clara contradicción con lo que yo entiendo por una cooperación de confianza entre servicios y socios”, agregó Merkel.
El trabajador de los servicios secretos alemanes (BND) está acusado de haber vendido 218 documentos a los servicios secretos estadounidenses -tanto a la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) como a la Agencia Central de Inteligencia (CIA)- por 25 000 euros. A pesar de que estos documentos no contenían información delicada destapó de nuevo la caja de los truenos en Alemania, un país que lleva meses intentando esclarecer el escándalo de la NSA en suelo alemán, que habría alcanzado incluso las comunicaciones de la propia Merkel.
“Hay que acabar finalmente con el espionaje de la NSA“, aseguró hoy el ministro de Justicia, Heiko Maas. Desde Berlín, los portavoces del gobierno alemán y de los diferentes ministerios como Justicia e Interior, insistieron hoy una y otra vez en que no pueden comentar detalles del escándalo de espionaje mientras la Fiscalía General de Alemania se encuentre investigando el asunto.
En concreto, la viceportavoz del gobierno alemán, Christiane Wirtz, declaró que no puede decir si Estados Unidos ya ha dado alguna explicación a la Fiscalía. “No tengo constancia alguna de que las autoridades estadounidenses hayan declarado algo”.
Asimismo, dejó claro que las consecuencias del escándalo se tomarán cuando se aclare todo el asunto, pero reconoció que las actividades de los servicios secretos estadounidenses han dejado claro que existen “diferentes perspectivas sobre seguridad” por lo que es necesario acercarlas y encontrar un “equilibrio” entre ellas.
Mientras, desde el Ministerio de Exteriores afirmaron que ya han transmitido a Estados Unidos la “obligación de esclarecer por completo, sin dejar ningún fleco suelto, todo lo sucedido”.
“Ahora tenemos que ser pacientes. Hay que esperar”, aseguró la viceportavoz del ministerio, Sawsan Chebli. “Los estadounidenses son uno de los socios más importantes de Alemania, pero eso no quiere decir que estén fuera de toda crítica”, agregó la viceportavoz de Merkel, que indicó que este escándalo no afecta las negociaciones entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos para firmar un Tratado de Libre Comercio. “Estados Unidos es también un socio importante desde el punto de vista económico”, agregó.