El mejoramiento vial de Azuay avanza lento

En la vía rápida Cuenca-Azogues-Biblián se realizan las tareas de limpieza para construir las cunetas. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

En la vía rápida Cuenca-Azogues-Biblián se realizan las tareas de limpieza para construir las cunetas. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

En la vía rápida Cuenca-Azogues-Biblián se realizan las tareas de limpieza para construir las cunetas. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

Azuay ocupa el puesto 16 en inversión vial estatal entre las 24 provincias. Ese es uno de los principales cuestionamientos que realizan los sectores productivos, debido al mal estado de las carreteras que unen la provincia con El Oro, Morona Santiago y Cañar.

Según los últimos datos publicados en la web del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, entre el 2007 y julio del 2016, el Estado invirtió USD 218,9 millones en la vialidad de Azuay, seis veces menos que en Manabí, que lidera la inversión con 1 236,8 millones. Además, está por debajo de provincias más pequeñas como Cañar, Tungurahua...

Para el asambleísta azuayo, Oswaldo Larriva, esta provincia debe recibir la misma proporción de que lo que aporta económicamente al país. “Han fallado los contratistas y los funcionarios públicos”, ha repetido el asambleísta en varias oportunidades.

El director de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca, Andrés Robalino, dice que al mal estado de las vías se suma el cierre del aeropuerto desde el 20 de agosto pasado. “Afecta la competitividad de las empresas, generación de empleo y atracción de inversiones”.

Pasajeros como la cuencana Katherine Baque prefirieron aplazar sus viajes por el mal estado vial. “Es mejor esperar que reabran el aeropuerto (19 de septiembre)”.

Desde el año pasado, la principal preocupación fue la paralización casi total de las obras en las carreteras Girón-Pasaje y Cuenca-Azogues-Biblián.

Lo mismo ocurría en las tres vías que conectan con Morona Santiago: Paute-Guarumales-Méndez, Sígsig-Chingüinda-Gualaquiza y Gualaceo-Plan de Milagro. Excepto en la última, en el resto se han retomado los trabajos este año, pero en pocos frentes.

La Girón-Pasaje lleva dos años en reconstrucción y hay personal en los dos tramos, mientras que el San Francisco-Pasaje está abandonado. Este trayecto es el más deteriorado por la gran cantidad de baches.

Allí se han registrado accidentes porque los conductores, por sortear los baches se salen de su carril y se impactan con el automotor que viaja en sentido contrario, cuenta Alfredo Mendía, habitante del poblado de Sarayunga.

Según Pablo Cordero, director del Ministerio de Transporte en Azuay, por este inconveniente realizan el bacheo de los puntos más críticos. Esta carretera debe estar lista en febrero, pero Sinohydro gestiona una ampliación de plazo hasta septiembre del 2017.

En cambio, 30 de los 43 kilómetros de la Cuenca-Azogues-Biblián ya están asfaltados, pero en casi toda su extensión falta construir el parterre central. El alumbrado público es escaso y falta la señalización.

En esta vía, un grupo de obreros trabaja en la estabilización de la falla geológica de Guzho y otros limpian los escombros para construir los bordillos y las cajoneras.

El 25 de agosto, el presidente Rafael Correa dijo que no hay razón para paralizar ninguna vía ni que existan pocos frentes de trabajo porque tienen los recursos. “Pocas obras se detuvieron por falta de liquidez. La orden es trabajar las 24 horas, los siete días...”.

Para Antonio Vázquez, expresidente de la Asociación de Cámaras de la Producción de Azuay, la comunicación es fundamental para el desarrollo productivo de una provincia que “es la tercera en contribución de impuestos y aporta con producción, comercio, agroindustria. Por eso necesita vías en buen estado”.

Él dice que en otras provincias no hay tanto abandono de obras porque las autoridades provinciales reclaman lo justo. “Acá eso no ocurre”.

La conexión vial con Morona Santiago no está exenta de problemas. En cada invierno ambas provincias se quedan incomunicadas por derrumbes. Este año cuatro personas murieron en dos accidentes de tránsito en la carretera Gualaceo-Plan de Milagro. Fueron arrasados por aludes.

El Ministerio de Transporte adjudicó su construcción en enero del 2014 por USD 57 millones y debía culminar hace más de un año. De los 60 kilómetros solo se asfaltaron 30.

Por incumplimientos, el Ministerio terminó el contrato con el Consorcio Gualaceo y ahora está en trámites para la terminación con una inversión de USD 55 millones. Incluye la estabilización de 20 puntos críticos, calzada, etc.

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