Cinco son las provincias que se beneficiarán de manera directa de los seis megaproyectos hídricos que ya están operando en el país. Pero si bien estas obras se encuentran ubicadas en Guayas, Manabí, Santa Elena, Los Ríos y Cañar el mejoramiento de la producción agrícola, especialmente, se traduce en beneficio para todo el país.
Con una inversión de alrededor de USD 1 000 millones el gobierno nacional, a través de la Secretaría Nacional del Agua y la Empresa Pública del Agua, apuntan que la nueva infraestructura deje en el pasado las inundaciones en época de invierno y del fenómeno El Niño, pero también a contar con agua para riego productivo en temporada de estiaje.
De los seis megaproyectos cuatro son para control de inundaciones: Bulubulu, Cañar y Naranjal; y el multipropósito Chone. Este último también permite almacenar agua en la presa del río Grande.
En el caso de los trasvases Daule-Vinces y Chongón-San Vicente permiten llevar agua a zonas que requieren del líquido para riego agrícola a través de diversas obras de infraestructura, en varios de los casos inéditas en el país, como las seis presas inflables que permitirán almacenar agua en los cauces de los ríos Vernaza, Pula, Mastrantal, Junquillo, Puebloviejo y Río Nuevo favoreciendo a 177 mil hectáreas de cultivos en once cantones de Guayas y Los Ríos.
Las obras inauguradas entre enero del 2014 y enero del 2016, tienen incidencia directa en la protección y/o riego de 310 mil hectáreas agrícolas, infraestructura que será puesta a prueba en la presente estación invernal.
Obras como el Multipropósito Chone, el trasvase Dauvin y los proyectos de control de inundaciones Cañar y Naranjal mostraron su eficiencia incluso antes de ser culminados e inaugurados.
Adicionalmente, otros once megaproyectos se encuentran en estudio para su futura ejecución.