‘Los medios educan, orientan, informan y cuestionan’

¿Qué significa para usted la libertad de expresión?

Es el derecho que tenemos los ciudadanos para expresar, discernir, cuestionar, debatir, asentir, disentir, aprobar o reprobar sin cortapisas ni tapujos. Sin tener que reprimirnos.

¿Y la libertad de información?

Es la facultad que tenemos los ecuatorianos para acceder a la información. Uno puede buscar las fuentes, utilizar esta información (con fines lícitos) y hasta ser difusor de ella. Esta información no se limita a los medios tradicionales de difusión como la prensa, la radio o la televisión. Tiene otros ángulos, como la Internet, las videoconferencias, las redes sociales...

¿Existe libertad de expresión en este momento?

Existe, pero algo coartada. A algunas entidades gubernamentales no les conviene lo que uno piensa o dice. Entonces, no es una libertad completa.

¿Esta libertad de información es extensiva a todos los estamentos de la sociedad? ¿A su gremio, a la Facultad de Ingeniería de la PUCE?

Desde el punto de vista de la búsqueda de la información, sí. Es necesario aclarar que como personas, como ingenieros, necesitamos mucho de las fuentes. Los medios son parte de nuestro crecimiento informativo y hasta de nuestro desarrollo profesional. Muchas veces son los medios los que nos muestran los últimos adelantos de la tecnología y de la ingeniería. Y nos impulsan a completar el estudio.

En ese orden de cosas, ¿usted piensa que es necesaria o no una nueva ley de comunicación?

Tengo entendido que en la Constitución sí existe un cuerpo de leyes que regula el trabajo de la comunicación. Una normativa que tal vez no fue bien aplicada. No obstante, creo que sí debe haber un control.

¿Cómo debe ser este control?

Yo estimo que debe ser para detectar un uso antiético de la información, un uso orientado a causar daño a las personas o a las instituciones. El control debe regular esas exageraciones. En lo personal, soy muy solidario con el gremio periodístico porque creo que trabaja en beneficio del país y de la sociedad.

El Presidente de la República cuestiona la institucionalidad de los gremios como el Colegio de Ingenieros Civiles de Pichincha (CICP) que usted dirige. ¿Cree que la ley reforzará ese criterio presidencial?

El Presidente cuestiona todo lo que es privado. Los gremios, claro está, también somos entes privados pero con clara orientación en beneficio de la sociedad. En los países vecinos es una necesidad estar afiliado a una de estas instituciones. ¿Puede el Presidente controlar la vigencia de nuestros gremios? De manera indirecta, si coacciona la labor de los medios.

¿Cree que se puede ejercer la ingeniería civil sin el aporte de los medios?

La ingeniería que hoy se practica no es la misma que uno aprendió. Por eso estamos actualizándonos continuamente y los medios nos ayudan en esa tarea. Cada vez es más necesaria esta confluencia con los medios, que nos informan, educan, orientan, aplauden o cuestionan, según sea del caso.

¿Tiene el Colegio de Ingenieros Civiles de Pichincha algunas inquietudes que ayuden a optimizar esta ley de comunicación?

Como profesionales y como gremio estamos dispuestos a ser veedores ciudadanos para que esta ley camine por senderos correctos. Esa es la nueva función que nos queda a los gremios, en beneficio de la transparencia.

Los gremios son acusados de ser trampolines políticos o que sirven para beneficio propio de los dirigentes...

Nuestro gremio es esencialmente técnico; entonces, quienes lo dirigimos no tenemos ambiciones políticas. Claro que ha habido algún caso, pero ha sido la excepción y no la regla.

¿Qué opinión tiene del Consejo de Participación Ciudadana?

¿El quinto poder? Pues es bueno que exista este organismo. El proceso ha sido cuestionado por muchos sectores pero, de todas maneras, quienes ya han sido seleccionados van a ser posesionados, por lo que no nos queda sino apoyarlos para que su gestión sea eficiente. E independiente de toda injerencia.

¿Cuáles son las perspectivas que tienen la libertad de expresión y el oficio de la comunicación en el país?

Confiemos en que se escuchen las opiniones de los periodistas, de los medios. Que sea una ley consensuada, que permita que la libertad de expresión sea una garantía de democracia. El debate aún existe.

¿Es decir que hay otras voces por escuchar?

Yo creo que sí. Se deben dar audiencias a todas las voces que sean necesarias.

Suplementos digitales