En Quito, los estacionamientos públicos y privados adoptaron medidas de bioseguridad para evitar el contagio de covid-19. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO.
A partir del lunes 15 de junio, los estacionamientos municipales de Quito reanudaron sus actividades e implementaron protocolos de bioseguridad, tanto para su personal como para los usuarios. Asimismo, los centros comerciales reactivaron el servicio de parqueaderos desde el 3 de junio y pusieron en marcha nuevas normativas.
En el caso de los parqueaderos que administra la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) se reabrieron siete en el Centro Histórico: El Tejar, Cadisan, San Blas, Montúfar 1, Montúfar 2, La Ronda y Yaku. De igual manera se reactivó la red de estacionamientos en La Carolina, Bicentenario, parque Carollo 1 y 2, Cumandá y Cumbayá. De las 1 872 plazas existentes solo están disponibles 934 y atienden desde las 06:00 a 18:00.
Para volver a sus actividades, todo el personal se sometió a pruebas de covid-19 y se les entregó trajes de bioseguridad, mascarillas y alcohol o gel antibacterial para garantizar su salud. También se limitó el aforo de los establecimientos al 50% de su capacidad y se colocó señalizaciones para respetar el distanciamiento social.
Christian Granja, director de Estacionamientos de la Epmmop, señala que para ingresar a los parqueaderos del Centro Histórico, los usuarios deben pulsar un botón para que se les genere un ticket. El funcionario sostiene que esta herramienta, al igual que los parqueos, son fumigados constantemente.
Al acceder a los aparcamientos, los conductores deben dejar un espacio de distancia entre los vehículos, ninguna persona puede permanecer en el interior del predio y se debe respetar la señalética colocada para guardar el distanciamiento social. En cada uno de los estacionamientos, la Epmmop cuenta con personal que verifica el cumplimiento de estas disposiciones.
En cuanto al sistema de cobro, en el Centro Histórico las tarifas son de USD 0,75, mientras que en los parqueos ubicados en los parques y plazas es USD 0,50. Para cancelar los valores, Granja recomienda a la ciudadanía acercarse con monedas o con el valor justo, de forma que se evite la manipulación del dinero, pues éste puede ser una fuente de transmisión del coronavirus.
En el interior de los estacionamientos los vehículos deben estacionarse dejando una separación. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO.
En las ventanillas de los recaudadores también se han implementado bandejas de desinfección para que el dinero que se reciba, así como el que se devuelva al usuario, sea esterilizado. Por esta razón, quienes hagan uso de este servicio no deben sorprenderse si las monedas o billetes que reciben están mojados.
Los estacionamientos privados también han adoptado medidas en torno al aforo y las tarifas para evitar la proliferación del covid-19 en sus espacios. La empresa Dk Management, que administra cinco centros comerciales en Quito, ha suspendido el cobro para quienes utilicen sus estacionamientos.
En estos lugares también se ha reducido el aforo al 50% de su capacidad y los guardias verifican que los conductores porten las mascarillas en el interior de su vehículo. La empresa también ha dispuesto que, aunque los estacionamientos sean gratuitos, se continúen entregando tarjetas a los vehículos que ingresan.
Al momento que la tarjeta es entregada al usuario, éste debe desinfectarla con alcohol o gel antibacterial. En caso de que el conductor no cuente con estos implementos se debe pedir la desinfección en la entrada del centro comercial.
Las tarjetas solamente son utilizadas en dos momentos, al ingreso y al abandono del parqueadero. Éstas ya no deben ser entregadas al personal de las ventanillas de atención al cliente, pues se busca evitar que, tanto empleados como clientes, interactúen entre sí con documentos o papeles.
Otros centros comerciales también han optado por eliminar los cobros a los vehículos. Uno de ellos, ubicado en las avenidas Amazonas y República, tomó dicha decisión debido a que los conductores debían pulsar un botón para obtener su ticket. Según Gabriela Muñoz, directora de Comunicación del establecimiento, actualmente existe un sensor de movimiento que permite detectar a los automóviles y emite directamente el documento, de forma que el usuario no realiza ninguna maniobra.
La colocación de señalética y el bloqueo de determinados espacios ha sido otra de las acciones para que se cumpla el distanciamiento social. Además, en este centro comercial también se han aumentado los parqueaderos para bicicletas debido al auge de este medio de transporte. De momento, existen 60 aparcamientos disponibles para los ciclistas, éstos cuentan con mamparas y están separados entre cada uno.
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