La Secretaria de Drogas dijo el martes 20 de junio del 2017 que en el momento se levanta información para ver cuántos menores han sido atendidos por drogas en el Instituto de Neurociencias de Guayaquil. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Apenas tiene 6 años de edad y en el 2016 ingresó a la sala de Emergencias del Instituto de Neurociencias de Guayaquil. Allí, los médicos lo conocían como Carlitos y los galenos saben que un familiar llevó al menor a ese sitio, porque presentaba una insuficiencia respiratoria. Luego de ser tratado, los especialistas hallaron en su organismo residuos de la denominada droga H.
Ni los padres ni los familiares que llevaron al menor ese día explicaron a los doctores por qué el niño tenía esta sustancia. Carlitos tuvo que ser desintoxicado y luego fue derivado a un hospital pediátrico.
Entre el 2010 y el 2017, el Instituto de Neurociencias ha atendido a 51 000 pacientes por consumo de diferentes sustancias ilegales. De esta cifra, 15 719 eran menores que tenían entre 10 a 19 años, aunque no se había detectado casos de 6 años, como el de Carlitos.
Por eso, la secretaria de Drogas, Ledy Zúñiga, dijo el martes 20 de junio del 2017 que en el momento se levanta información para ver cuántos menores han sido atendidos por drogas en este instituto.
La semana pasada, esa Secretaría firmó un convenio con la Junta de Beneficencia de Guayaquil, a la cual pertenece el Hospital de Neurociencias.
La idea es analizar químicamente la composición de la droga H. Uno de los objetivos “es asumir de mejor forma el tratamiento de los pacientes”, sostuvo Zúñiga.
Para Paola Escobar, médica psiquiatra de este Instituto, el consumo en menores de 10 años ocurre por el descuido de los padres de familia, quienes introducen estas sustancias al entorno del niño “sin saber el daño que les hacen”.
Según los reportes, los pequeños consumen por curiosidad. Cuando encuentran un residuo en la casa o ven que alguien más lo hizo, quieren imitarlo. “Es como cuando un adulto deja una medicina al alcance de un niño y este se la toma sin saber”, explicó Escobar.
El problema son los efectos que pueden ocasionar estas sustancias en el cuerpo de los menores. El principal órgano afectado es el riñón, el aparato respiratorio y el sistema nervioso, aunque hay otras secuelas.
El miércoles 14 de junio, un niño de 9 años ingresó de urgencia al subcentro de Salud ubicado en Monte Sinaí, en el norte de la ciudad. Tenía problemas para respirar, por lo que los médicos creyeron que se trataba de un caso de asma, pero al realizarle exámenes se descubrió que también estaba intoxicado con la droga H.
Luis Sigüencia, psicólogo de este subcentro de Salud, atiende a la semana entre dos y tres casos de menores de 10 años con problemas de drogas en los sectores aledaños, como El Fortín, Nueva Prosperina, Sergio Toral y Balerio Estacio.
El galeno contó que hace tres semanas, aproximadamente, atendió el caso de otro chico de 8 años que supuestamente había consumido H.
El menor le habría indicado que un amigo de El Fortín le entregó la sustancia.
La psiquiatra Escobar dice que con una sola dosis, la droga puede causar en el niño una insuficiencia respiratoria y un paro respiratorio. No se descarta una insuficiencia renal que agrava el cuadro médico.
Desde el Ministerio de Salud se coordinan los tratamientos de tipo ambulatorio (básico e intensivo) y residencial. Omar Garay, responsable de Salud Mental de la Coordinación Zonal 8, explicó que únicamente en lo que va del año se atendieron 1 370 casos en Guayaquil, Durán y Samborondón (1 081 hombres y 289 mujeres).
“Sí, hemos tenido casos de menores de 10 años y hemos dado la atención pertinente. Pero la mayoría es adolescente, que está entre los 12 y 19 años”.
Las autoridades analizan realizar una declaratoria de emergencia ante el consumo de la droga H en los jóvenes.
Zúñiga indicó que “en esta semana se está terminando el informe en el que se recaba toda la información respecto de la implementación de políticas para prevenir el consumo juvenil de narcóticos”.
Por ahora se realizan intervenciones en zonas en donde se ha detectado mayor consumo de estas sustancias.
Según la Policía, los sectores críticos en Guayaquil son: El Fortín, Pascuales, Isla Trinitaria, Los Guasmos, Bastión Popular y Portete.
Allí se han detectado ventas al menudeo y mayor consumo de alcaloides.
En contexto
El 24 de mayo, al posesionarse como presidente de la República, Lenín Moreno no descartó declarar un estado de emergencia para frenar el microtráfico en escuelas, colegios y en los barrios. Los policías también han dicho que hacen frente a este problema.