Imagen referencial. Los médicos de Ecuador instan a la ciudadanía a no medicarse por cuenta propia contra los síntomas del covid-19. Foto: Pixabay
En las últimas semanas, en varios países del mundo, incluido Ecuador, se ha hablado de la administración de ivermectina, un medicamento antiparasitario usado principalmente en animales, para tratar a pacientes con covid-19. Sus resultados y estudios aún no son concluyentes, por lo que los expertos piden que no sea suministrado por cuenta propia.
Este fármaco se usa como tratamiento contra gusanos parasitarios, como estrongiloidiasis intestinal y oncocercosis. Su ingesta se da vía oral, es decir, por medio de tabletas. También se coloca de forma tópica en la cabeza para los piojos o en la piel para la rosácea, según la Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés).
Santiago Carrasco, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana (FME), explica que a estos tratamientos se los conocen como “terapias nómadas”, es decir, no cuentan con la evidencia científica necesaria para aprobar su validez para tal o cual enfermedad.
Sin embargo, se las usa de forma experimental. “En algunos lugares se ha suministrado en contagiados con coronavirus, con aparentes resultados positivos. Pero aún son muy bajos y no se cuenta con los datos necesarios”.
En países como Bolivia -señala Carrasco- se suministró esta medicina en los pacientes. Voluntarios, médicos y enfermeras salieron a las calles de Trinidad -que tiene una población de más de 130 000 habitantes- pidiendo datos a los ciudadanos para determinar la dosis de ivermectina; aunque se añadió que no se cuenta con evidencia científica, según una publicación de la Agencia Reuters.
En Ecuador también hubo personas que se inyectaron este fármaco como una opción para combatir la nueva cepa de coronavirus. Lo han hecho por cuenta propia. José Sánchez, médico y catedrático de la Universidad UTE, no cree que el medicamento sea efectivo, ya que es un antiparasitario, es decir, su fórmula no combate a un virus como el SARS-CoV-2, causante de covid-19.
Además, dice, puede producir un trastorno hepático y nefrotóxico, es decir, puede afectar las funciones del hígado y de los riñones, impidiendo la eliminación correcta de las toxinas.
Tanto Carrasco como Sánchez recuerdan que todo tipo de fármaco debe suministrarse bajo el acompañamiento de los galenos; no deben automedicarse.
En animales, en cambio, la ivermectina se suministra para la prevención de la enfermedad del gusano del corazón y como tratamiento contra los parásitos internos (lombrices) y externos (garrapatas), señala Christian Vinueza, catedrático de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Central. “Es un antiparasitante de amplio espectro que funciona bien para el ganado”.
No es la primera vez que se registra el uso de productos sin una validez científica. Días atrás, en redes sociales se publicitaba como una de las opciones para frenar el avance del covid-19 el dióxido de cloro o “suplemento mineral milagroso”. Este tampoco ha sido avalado por las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS).