Esta martes 19 de enero del 2021 se cumplió con la lectura del fallo de la audiencia preparatoria de juicio en el Complejo Judicial de Azuay. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO
La tarde de este martes 19 de enero del 2021, un Juez de Garantías Penales de Azuay llamó a juicio a un médico cuencano, quien es investigado por un supuesto caso de mala práctica médica con muerte. Este hecho ocurrió el 19 de noviembre del 2019.
Cuatro días antes, el 15 de noviembre, Sofía Granda Mejía, de ocho años, fue ingresada a un hospital privado de Cuenca, con un cuadro febril por una amigdalitis. El 18 de noviembre -ya estabilizada- fue intervenida para extraerle las amígdalas y adenoides.
“En el quirófano, al inicio de la cirugía el otorrinolaringólogo realizó un corte que comprometió la arteria carótida externa izquierda y desencadenó en un cuadro de sangrado profuso”, según el testimonio de la madre y el informe acusatorio de la Fiscalía.
Por la gravedad del caso, la menor ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos y falleció la noche del 19 de noviembre, por un edema cerebral severo. Los padres denunciaron al médico y la instrucción fiscal tuvo demoras por la pandemia del covid-19.
El argumento del médico investigado es que el corte se produjo porque la arteria no estaba en su posición correcta sino pegada a la amígdala, por una variante anatómica que la niña ha tendido desde su nacimiento. En teoría médica a eso se le conoce como carótida aberrante.
Pero según Nathaly Mejía, desde el inicio de la emergencia, el médico y el equipo de profesionales que estuvieron en la cirugía no le proporcionaron la información real de lo que pasaba con su hija. Este caso ha tenido un alto nivel mediático.
El proceso tiene 20 cuerpos y dentro de la audiencia de evaluación y preparatoria de juicio, que duró dos días (4 y 5 de enero), la Fiscalía presentó 51 elementos de convicción como los informes periciales, historia clínica, versión de los profesionales y de los padres.
La tesis acusatoria de la Fiscalía fue por el delito de mala práctica profesional agravada. Pero el Juez, Carlos Guzmán, acusó al médico de homicidio imprudente por mala práctica profesional simple, que establece una pena privativa de uno a tres años.
Mientras que el homicidio por mala práctica profesional agravada establece hasta cinco años. También se mantienen las medidas de prohibición de salida del país del médico y la presentación periódica en la Fiscalía.
La familia de la niña Sofía Granda y su abogado de la familia esperan los resultados del fallo por escrito para resolver sobre una posible apelación. Ellos consideran que hay elementos necesarios para que la conducta del médico sea analizada.
Mientras tanto, el médico acusado dijo que es inocente y que en su intervención quirúrgica no hubo ilegalidad, negligencia ni la intención de causar daño. “La muerte de Sofía cambio mi vida para siempre y no importa si hice todo lo que debía hacer. Con su muerte también murió algo en mi”.