May propone nuevo acuerdo de Brexit con opción de segundo referéndum

La primera ministra británica, Theresa May, pronuncia un discurso en el centro de Londres el 21 de mayo de 2019. Foto: AFP

La primera ministra británica, Theresa May, pronuncia un discurso en el centro de Londres el 21 de mayo de 2019. Foto: AFP

La primera ministra británica, Theresa May, pronuncia un discurso en el centro de Londres el 21 de mayo de 2019. Foto: AFP

La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, propuso el martes, 21 de mayo del 2019, a los diputados británicos un cuarto voto sobre el acuerdo de Brexit, incluyendo esta vez la posibilidad de pronunciarse sobre la celebración de un segundo referéndum y una unión aduanera temporal con la Unión Europea.

“Hay una ultima oportunidad” para acabar con el bloqueo del Brexit, afirmó May, quien incluyó así en este “nuevo acuerdo”, a cuyo voto no puso aún fecha precisa, las exigencias del opositor Partido Laborista con quien las negociaciones se rompieron el viernes 17 de mayo.

Entabladas a principios de abril, estas conversaciones tenían como objetivo encontrar un acuerdo susceptible de obtener el apoyo de una mayoría del Parlamento, que desde enero rechazó estrepitosamente tres veces el texto firmado en noviembre por la primera ministra con sus 27 socios europeos.

Pero tras su fracaso al término de seis semanas de contactos, la primera ministra, que ya había anunciado su intención de someter de nuevo el acuerdo a los diputados -esta vez bajo la forma de una Ley sobre el Acuerdo de Retirada- a principios de junio, parece decidida a hacer concesiones.

Así, si los diputados aprueban su proyecto de ley, propone hacerles votar sobre la eventual convocatoria de un segundo referéndum y el mantenimiento temporal de Reino Unido en una unión aduanera con la UE.

Tras el referéndum de junio de 2016, en el que 52% de británicos votaron a favor del Brexit, el Reino Unido debería haber abandonado la Unión Europea el pasado 29 de marzo.

Pero el repetido rechazo del parlamento al acuerdo de divorcio con Bruselas empujó a May a aceptar un aplazamiento “flexible” del Brexit: hasta el 31 de octubre, aunque el país puede abandonar antes el bloque si encuentra una solución al bloqueo.

El número dos de Downing Street, David Lidington, había afirmado hace dos semanas que el gobierno quiere encontrar una solución “antes del receso estival” del Parlamento británico, que comienza el 20 de julio.

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