La bandera con el arcoíris que simboliza el matrimonio gay ondeaba en la entrada del Ayuntamiento de San Francisco. Foto: Alex Wong/ AFP
San Francisco, la ciudad que hace una década allanó el camino para la aprobación de los matrimonios gay en EE.UU., explotó hoy (26 de junio) de júbilo tras el respaldo del Tribunal Supremo a las uniones de personas del mismo sexo en todo el país.
Poco después de que se conociese el fallo que legaliza el matrimonio homosexual en los 50 estados, una enorme bandera con el arcoíris que simboliza el matrimonio gay ondeaba en la entrada del Ayuntamiento de la ciudad.
Fue precisamente allí donde, a principios del 2004, con la bendición del entonces alcalde Gavin Newson y la mirada atenta del resto de estadounidenses, 4 000 parejas del mismo sexo contrajeron matrimonio.
Las pioneras fueron Phyllis Lyon y Del Martin, una pareja de ancianas lesbianas juntas desde hacía 51 años.
El Tribunal Supremo de California declararía ilegales aquellas uniones tan solo unos meses después, pero el ejemplo de San Francisco impulsó iniciativas similares en otros estados y condujo, eventualmente, y tras una ardua batalla legal, a la histórica decisión hoy del máximo tribunal estadounidense.
“El movimiento (por la igualdad matrimonial) arrancó aquí hace una década”, dijo hoy el alcalde de San Francisco, Edwin Lee.
“Aquí en San Francisco no solo toleramos la diversidad, sino que la celebramos”, destacó hoy Lee en una ceremonia en el Ayuntamiento de la ciudad con motivo del aniversario de la Carta de las Naciones Unidas, el tratado internacional fundador del organismo que se ratificó hace 70 años en la ciudad californiana.
El entusiasmo en Castro, el barrio emblemático por excelencia del movimiento gay en San Francisco, era evidente, con un eco incesante de bocinazos y eufóricos gritos de Yes! (Sí!) poco después de que la noticia sobre el Supremo llegase a las calles.
Troy Burnet, un residente de Castro de 50 años, fue uno de los que expresó a los cuatro vientos su emoción, al apostarse en una ajetreada intersección del vecindario, donde se dedicó a abrazar a los viandantes y a ondear una bandera multicolor.
Pat Thompson y Barbara Brass, una pareja de lesbianas ya jubiladas celebraron en un vídeo grabado por el diario San Francisco Gate, el poder contar con el respeto que tanto han esperado.
Thompson, una exenfermera militar, dijo no haber compartido su inclinación sexual con su familia hasta el año pasado, cuando cumplió 80 años, mientras que Brass recordó cómo tuvieron que ocultar su relación incluso en la privacidad de su propia casa.
“Pero ahora se acabó. Lo nuestro es público y estamos orgullosas”, afirmó Brass.
Las reacciones de altos funcionarios públicos tampoco se hicieron esperar.
El gobernador de California, Jerry Brown, dijo hoy sentirse “esperanzado” con el hecho de que el matrimonio gay se haya convertido en “una realidad” en todo el país.
“Quién hubiera dicho hace tan solo cinco años que esto iba a suceder, pero ha sucedido”, subrayó Brown durante el acto conmemorativo del aniversario de la ONU, quien insistió en que lo ocurrido demuestra que no hay que rendirse ante el cinismo y es una prueba de que las cosas “pueden cambiar”.
Por su parte, la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, destacó este viernes en San Francisco que la decisión del Supremo confirma, en palabras del reverendo afroamericano fallecido y líder de los derechos civiles, Martin Luther King, que “el brazo del universo moral es largo pero se dobla hacia la justicia”.
Similar apoyo al fallo judicial expresó el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, quien afirmó que la decisión supone “un gran paso adelante para los derechos humanos”.
El matrimonio homosexual es, desde hoy, un derecho constitucional en Estados Unidos, obligando a los trece estados del país que aún lo prohibían a permitir que las personas del mismo sexo puedan unirse legalmente.
La decisión de los nueve jueces que conforman el Alto Tribunal se dirimió por cinco votos a favor de la legalización y cuatro en contra.
Se espera que las celebraciones por la decisión del Supremo continúen durante todo el fin de semana en San Francisco, que celebrará mañana sábado y el domingo la tradicional marcha anual del orgullo gay.