La matanza en Fort Hood impacta en EE.UU.
Redacción Mundo y AFP
‘Fue como regresar al horror de la guerra en Iraq. En EE.UU. nunca había visto juntos tantos heridos de bala”. Así recuerda el mayor médico del Ejército Stephen Beckwith la sala de espera del hospital de Fort Hood, en Texas, que estaba llena de heridos de bala en el tórax y en el abdomen. Eran militares que se retorcían en el suelo y gritaban de dolor. El ulular de las sirenas de varias ambulancia lo había llevado al Centro Médico Darnall del Ejército de Estados Unidos, en la mayor base militar del mundo, con una población de al menos
Otro tiroteo en Florida
Una persona murió y otras cinco fueron heridas durante un tiroteo en Orlando, estado de Florida, 24 horas después de la matanza de la base militar de Fort Hood, en Texas.
La Policía detuvo a Jason Rodríguez, de 40 años, quien sería el responsable del ataque. Al parecer, Rodríguez ingresó a un edificio de oficinas en Orlando para vengarse de sus ex empleadores.
Rodríguez disparó en su antigua oficina y luego escapó. Un comando SWAT lo detuvo en la casa de su madre.
50 000 soldados y 9 000 empleados civiles. Allí, el jueves ocurrió una masacre que causó 15 muertos y 30 heridos.
Ayer se informó que el autor de la matanza es Nidal Malik Hasan, un musulmán de 39 años de origen palestino y psiquiatra especializado en estrés postraumático. Él actuó solo y se halla hospitalizado en condiciones estables, informó el jefe de la base militar en Texas, general Bob Cone.
Durante seis años, antes de ser destinado a Fort Hood, en julio de 2009, Hasan trabajó en el Hospital Militar Walter Reed, en la capital estadounidense, donde estudió psiquiatría, costeado por las Fuerzas Armadas. En 2001 había recibido su título de médico en Bethesda, Maryland.
Ayer, el Departamento de Seguridad Interior, a cargo de la lucha contra el terrorismo, indicó que aún era demasiado pronto para determinar el móvil y que se está investigando. Las
autoridades no han descartado que Hasan hubiera actuado en nombre de un grupo extremista no identificado, señaló un oficial de dicha dependencia, pero no quiso aclarar si fueron descubiertas pruebas para respaldar esa teoría. El mencionado militar habló a condición de guardar el anonimato.
Sin embargo, un primo de Hasan aseguró que este se sentía acosado debido a su origen musulmán. “Era víctima de acoso por parte de sus compañeros” en el Ejército, declaró Nader Hasan, quien explicó que su primo había nacido en Estados Unidos, de padres palestinos.
El ahora detenido había contratado a un abogado para tramitar su retiro del Ejército, declaró Nader Hasan. Además, acababa de ser transferido a Afganistán, precisó la portavoz militar Catherine Abbot. Aparentemente, Hasan no estaba de acuerdo con la guerra, según su amigo Terry Lee.
Nader Hasan envió además un comunicado en nombre de los demás miembros de la familia, que declaran: “Estamos conmocionados y muy tristes ante los terribles acontecimientos de Fort Hood”, dice el texto.
Al enterarse de que el tirador era musulmán, una de las principales asociaciones musulmanes estadounidenses, Cair, condenó la masacre. “Ninguna ideología política o religiosa puede justificar o excusar tal violencia gratuita y ciega”, dijo en un comunicado. Testigos dijeron haber oído a Hasan gritar en árabe: “Allah Akbar” (Dios es grande), el momento en que abrió fuego contra sus camaradas, dijo el general Cone.
El FBI, la Policía local y otros organismos ya registraron el apartamento de Hasan, en Killeen, según la vocera municipal, Hilary Shine. Su vecina, Patricia Villa, dijo que el mayor Hasan acudió el miércoles a su departamento. Allí le ofreció algunos artículos, incluyendo un Corán nuevo, diciéndole que pronto se iría al extranjero.