Más sobre Piero y las 'porquerías'

Con mucha satisfacción veo que el artículo publicado por mí  el pasado 1 de septiembre, titulado, ‘Y todos los días…’, ha causado diversas opiniones de las más variadas tendencias, lo cual es saludable para la libertad de expresión.
 
Lamentable por ellos,  que lo único que saben es insultar.

La razón por la cual escribo estas líneas es simplemente para responder a las airadas críticas que el Sr. Fiallos hace en contra de mi publicación.

Fiallos asegura que Piero no acusa a la prensa libre e independiente de publicar “porquerías”, sino únicamente a los medios de comunicación que respondían a los intereses de Roberto Levingston durante 1970.  ¡Falso!

No sé si se dio por enterado este Sr. que hace un mes, aproximadamente, su idolatrado Piero estuvo en Quito, donde tuvo la fortuna de que Teleamazonas le abriera sus puertas y así darse un baño de popularidad, mediante una brevísima conversación con el periodista Bernardo Abad, quien le preguntó (palabras más, palabras menos) si es que la prensa aún publica porquerías; ni corto ni perezoso Piero respondió: “Sí”. Es decir, el odio de Piero hacia los medios se ha prolongado por más de 30 años, y por otra parte, le puedo asegurar Sr. Fiallos,  que si su cantante favorito fuese tan famoso, como Ud. lo insinúa, al menos Ud. que es seguidor se hubiese enterado, pero ya veo que no.
 
Entonces, o los niveles de popularidad de Piero están por los suelos o Ud. es un pésimo fan.
 
Después, Fiallos asegura que no es responsabilidad del autor que sus canciones sean utilizadas con fines políticos.
Interesante manera de lavarse las manos, pues hasta donde tengo entendido una canción es considerada una propiedad intelectual, por lo cual es su autor quien avala o no que sus composiciones sean utilizadas de una u otra manera, por eso es que este Gobierno tuvo que suspender la transmisión de la canción

Hey Jude, de The Beatles, pues no tenían el permiso correspondiente.

Tal vez, Sr. Fiallos, en lo único que estamos de acuerdo es en que reprocho que Piero haya sido exiliado por sus posturas políticas, de la misma manera que condeno que centenares de periodistas también hayan sido desterrados, e incluso, asesinados  por  decir la verdad.

En conclusión, Piero está en todo su derecho de escribir lo que le dé la gana, pero quienes tenemos otra visión de la vida también debemos defender nuestros argumentos, en especial cuando ciertas personas, cegadas por fracasos y frustraciones, desconocen el éxito de los demás, en este caso, de los medios  en la sociedad.

la revolución publicitaria

Pensé que luego del último triunfo electoral del presidente Rafael Correa, se iban a acabar las constantes propagandas a las que hemos sido sometidos desde hace mucho tiempo.

El costo de pautaje en la televisión es alto, y ese dinero podría ser destinado a una mejor causa que seguir bombardéandonos en todo momento con mensajes de la revolución ciudadana. 

La mejor propaganda serán las obras que se vean, la consistencia entre lo que dice y lo que se hace, la transparencia, la actitud afable y de apertura hacia la comunicación y el diálogo con todos los integrantes de la comunidad.

Nadie niega que ha  existido aciertos en algunos campos, tales como ejercer mano dura con el gremio de educadores, que siempre ha utilizado la educación para sus fines políticos, es importante exigirles calidad en el servicio que otorgan, pero falta mucho por hacer en muchas áreas y esa debería ser la principal
preocupación, más que  la incesante campaña publicitaria.

Tal como dice el Sr. Presidente en su publicidad: “Porque lo que brilla con luz propia nadie lo podrá apagar”, efectivamente así es, a aquello que brilla con luz propia no es necesario que le pongan más luces, no es necesario el bombardeo insistente de la “revolución gobiernista”.

Como ciudadana me gustaría conocer el gasto mensual que realiza el Gobierno en la realización y pautaje de toda esa ‘revolución  publicitaria’, que tal si se le da un mejor uso y dejamos que aquello que brille con luz propia, brille por sí solo sin  tantas luces artificiales…

Verónica Franco Irigoyen

¿CERO ANALFABETISMO?

En días pasados escuché en una emisora que algún dirigente político hablaba con mucho entusiasmo de que  “por fin se ha erradicado el analfabetismo en el Ecuador”.

Como es lógico, no di credibilidad a esta noticia. Todo depende de qué entiendan por ser analfabeto. Y a quién deben responder.

En países desarrollados, analfabeto es quien no sabe utilizar una computadora de última generación o quien por lo menos no lee un libro mensualmente.

Para nuestros dirigentes, dejar de ser analfabeto es demorarse 15 minutos en escribir el nombre y quizá dos horas en leer una página.

Es por este tipo de apreciaciones trasnochadas que en lugar de incentivar la cultura se quiere acabar con la Casa de la Cultura Benjamín Carrión, se sube el
costo del papel y sus derivados, se atropella a las universidades, etc. Porque con la mediocridad se dan por satisfechos.

Una verdadera campaña de erradicación del analfabetismo no ha existido en el Ecuador, no nos engañemos.

A los gobiernos populistas  les importa tener personas casi sin capacidad de discernimiento y que se conformen con un bono a la pobreza,  cuando eso debería ser considerado un insulto. Y de esta manera se mantengan votando por ellos.

Bendito sea el día que no haya realmente analfabetos en el Ecuador.

Fabián Guarderas Jijón

MáS CESANTÍA en nuestra patria

Esperamos que con las nuevas medidas del Presidente tengamos justo para lo que  él está trabajando:  es decir, que haya cada vez más cesantía en nuestra querida Patria.

Ya no tendrá nadie una empleada asesora del hogar u otro empleado en casa, ya que solo el Señor Presidente se puede dar el lujo de pagar esos trabajos e incluso de su chef belga.

Viva la Patria,  que ya es de todos..., de todos los que manejan el Gobierno.

Ximena Pérez-Anda

Reforma agraria

Desde hace unos días ha ganado volumen la discusión sobre la decisión del Gobierno de expropiar tierras consideradas improductivas, para hacerlas disponibles a nuevos propietarios.

Por la experiencia de la reforma agraria del siglo pasado, así como de los casos de invasión que gobiernos timoratos permitieron, son poquísimos los casos en los que las tierras entregadas a nuevas manos mejoraron su producción.

Y es que el nombre del propietario no garantiza la producción, lo hacen la mística de trabajo y el conocimiento.

El solo hecho de provenir de una familia humilde no implica que el individuo tenga conocimiento o interés en la agricultura.

Por eso hay miles de hectáreas de gente humilde que se dedica a otras actividades que aunque no  rinden económicamente  satisfacen mejor.

El Estado debe apoyar a todo agricultor, sin discrimen, con recursos y tecnología, así como controlando la comercialización para extirpar a los intermediarios que pagan centavos al productor y cobran caro al consumidor.

Ecuador debe dejar la politiquería a un lado para definir problemas tan álgidos como el mencionado.

Conseguir ventaja política por entregar lotes, quintas o  ranchos a agnados y amigos de la causa no generará más producción agrícola, generará desasosiego entre los actuales propietarios, desinversión y merma de la producción.

Eduardo Jiménez E.

‘JURAN POR SU HONOR’

Todo lo que se copie, se imite y se mejore de otros países en bien  de la ciudadanía y de todo el  pueblo ecuatoriano, qué mejor.

Pero yo me pregunto si los 300 dirigentes barriales ‘revolucionarios’ que juraron por su honor  defender los Comités de Defensa de la Revolución Ciudadana, en Guayaquil, saben a lo que se están metiendo, han  tenido una adecuada capacitación para ser líderes barriales, comunales y sectoriales de dichos grupos
sociales, o solo es la novelería del momento por lucir una boina.

O es acaso  la desesperación de las clases medias y marginadas de nuestro país, ante la impotencia por la difícil situación económica que viven, al no poder llevar un pan a sus hogares, por la   falta de empleo, que les hace presa fácil de estos movimientos revolucionarios.

Recordemos  los últimos gobiernos de Bucaram, Mahuad y Gutiérrez; quienes con su demagogia y populismo no supieron cumplir con las aspiraciones de su pueblo y fueron precisamente sus electores quienes los derrocaron.

En el actual Régimen no vaya a ser  cosa que, la misma gente que en la actualidad se encuentran defendiendo y comprometidos con los CDRC, al no haber visto hechas realidad sus aspiraciones vengan a formar una amenaza organizada para la democracia en nuestro país y se constituyan en el talón de Aquiles del Gobierno. 

Eduardo Vergara Barros

EL ORIGEN DEL CAPITÁN JUAN SALINAS

En  Cartas a la Dirección, del  domingo 23 de agosto, el señor José Ignacio Goyes indica que el “capitán Juan de Salinas era oriundo de Sangolquí”.

En honor a la verdad histórica, en la partida de bautizo del coronel don Juan Salinas y Zenitagoya, que descubrió la historiadora doña Alegría Donoso de Ortiz, dice:

“En Quito, en beynte y nuebe de Octubre de mil setecientos cuarenta y un años de lisensia Parrochi. Bautize puse el santo oleo y Chrisma a francisco Juan hyjo legitimo de Dn Diego Salinas y de Da. Ignacia de Senitagoya fue su Padrino el Dr Dn Xavier Arias y porque conste lo firme = Franco. Gauna”. (sic)

Esta partida no indica de cuántos días es de nacido y si su nacimiento tuvo efecto en otro lugar.

Enrique Muñoz Larrea, Academia de Historia

INCENDIOS FORESTALES

Los incendios forestales siempre existieron y no solamente son problemas de la era moderna.

El conocido personaje público Romano Craso, probablemente en el año 73 a. C., logró adquirir amplias franjas de Roma a precio de ganga, debido a los incendios que se desataban con facilidad y se propagaban con rapidez, en especial en el calor del verano italiano, esperando a que se produjera un incendio y comprando a continuación aquellas propiedades que se hallaban en el camino del fuego.

Una vez cerrado el trato, avisaba a su cuerpo de bomberos (algo único en Roma en aquel momento) para que detuviera las llamas, lo que solían hacer demoliendo edificios para crear cortafuegos.

Algunos de los inmuebles recién adquiridos se salvaban, mientras que sus esclavos artesanos estaban listos para volver a edificar en los terrenos donde acababan de demoler las antiguas construcciones.

Los incendios forestales son una de las causas fundamentales del proceso de deforestación y de la consiguiente erosión que sufren extensas zonas del planeta .
 
Nuestro país tampoco se libra de tales siniestros, muchas veces por causa de pirómanos irresponsables.

Fernando Salgado Salgado

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