Los Ángeles, DPA
En las investigaciones de la muerte del astro del pop Michael Jackson, su médico privado Conrad Murray sigue siendo una figura clave, pero, según los medios estadounidenses, cada vez más médicos están bajo sospecha de haber recetado al cantante analgésicos y somníferos.
En un registro de la consulta y la vivienda de Murray en Las Vegas, los investigadores se llevaron el martes otra vez numerosos documentos, teléfonos celulares y un disco duro de una computadora.
De la orden de registro se desprende, según el “Los Angeles Times”, que Jackson utilizaba al menos 19 nombres diferentes para conseguir medicamentos, entre otros, Jack London, Omar Arnold, Frank Tyson y Josephine Baker.
Al parecer, el artista también utilizó el nombre de su hijo Prince Jackson, de 12 años. Ya la semana anterior los investigadores habían revisado un depósito y una consulta de Murray en Houston, Texas.
La nueva acción en su consulta de Las Vegas se extendió durante ocho horas. La de su casa, tres.
Según su abogado, el cardiólogo estuvo presente y se mostró dispuesto a colaborar con los agentes. Murray habría administrado al cantante pocas horas antes de su muerte el narcótico Propofol, según reconoció al ser interrogado por la policía, informó el portal de noticias tmz.com, citando a fuentes de la investigación.
Según el informe, Murray le dio a Jackson unas gotas con Propofol debido a los problemas que tenía para dormir. La policía cree que luego el médico no prestó más atención a Jackson y quizá incluso se quedó dormido. Cuando regresó, Jackson ya estaba inconsciente.
Sin embargo, la verdadera causa de la muerte del artista la arrojarán los análisis de sangre, cuyos resultados se difundirán probablemente esta semana.
Según Tmz.com, las investigaciones se ampliaron mientras tanto a más de diez médicos. La cantidad de recetas que le daban era tal que una conocida farmacia de Los Angeles incluso renunció después de algún tiempo a registrar el nombre del paciente cuando llamaban determinados médicos.
Por otro lado, varios documentos presentados ante la corte indican que en los últimos dos años Murray tenía deudas por casi 435 000 dólares por fallos y embargos en su contra, y por impagos de manutención infantil, según informó hoy la CNN.
Posteriormente el galeno comenzó a trabajar con el intérprete de “Thriller” por un salario de 150 000 dólares al mes. Antes de trabajar con Jackson, Murray se dedicaba a sus dos clínicas en Nevada y Texas.
Al parecer a muchos de sus pacientes, que lo catalogan como un “buen médico”, les sorprendió el hecho de que Murray abandonara su práctica privada para trabajar con el astro del pop.
El galeno, especializado en cardiología y medicina interna, no tenía licencia para ejercer su profesión en los hospitales de California, y de cuando en cuando viajando a Houston a ver a algunos de sus pacientes.
Según fuentes cercanas a Murray, la relación entre el artista y Murray no era simplemente profesional. “Él era ante todo amigo. Eran amigos muy cercanos. Michael Jackson lo trataba como si fuera de la familia”, indicó Ed Chernoff, abogado de Murray.
Mientras tanto, sigue sin haber información sobre el paradero del cuerpo del artista. El ataúd fue llevado a un cementerio tras el funeral en Los Ángeles, pero no fue sepultado oficialmente.
Jackson murió el 25 de junio a los 50 años en su casa de Los Angeles debido a un paro cardiorrespiratorio. Murray intentó revivirlo, pero sin éxito. En la casa se encontraron varios medicamentos.
Según el canal ABC, los expertos catalogaron la cantidad de medicamentos como “absolutamente sorprendente”.