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No le explicaron nada. Los USD 35 del Bono de Desarrollo Humano que recibía hasta agosto, ya no habían sido acreditados en su cuenta. Recién se enteró el pasado jueves cuando se acercó a la ventanilla de un banco en el sur de Guayaquil.
“Me dijeron que no había dinero. Llamé a un número para preguntar y me indicaron que me habían sacado de la lista, que había otras personas que necesitaban ese dinero más que yo”, cuenta Susana Rodríguez, 48 años.
Asomada en el viejo portal de su casa, en Las Malvinas, la mujer recuerda cuando los delegados del Ministerio de Inclusión Social la visitaron hace un año. “No sé porqué me sacaron. Ellos vieron cómo vivo y la falta que hace ese dinero para mi familia”.
Con planchas de zinc oxidadas y pedazos de caña, Rodríguez armó su vivienda a orillas del estero Salado. Ahí vive desde hace 20 años junto con su hija y sus dos nietos. Ambas trabajan en quehaceres domésticos.
A frente, Gertrudis Chila, de 88 años, aún espera que la incluyan en la lista de beneficiarios del Bono. Recostada en una tosca cama de madera espera que su hija llegue del trabajo. Casi no habla. A ratos solo se queja por el intenso dolor que le provoca la fractura de su pierna derecha. “Esos USD 35 le podrían servir para medicinas. Hemos intentado más de tres veces para que el Ministerio la inscriba, pero aún no sale en la lista”, comenta Magaly Barre, su nieta.
Al igual que doña Gertrudis, Elba Sánchez espera el apoyo del Gobierno. La mujer de 87 años camina lentamente por uno de los callejones polvorientos de la Cooperativa Jaime Toral, también en el sur. “Me duelen mucho las rodillas. Mi hija intentó inscribirme en el Bono para con ese dinero ir al médico, pero nada”.
A pocas cuadras, Ronald Moyano carga al pequeño Daniel en sus brazos. El niño de seis años sonríe y oculta su rostro en el pecho de su padre. Pero no habla, tampoco puede caminar; sufre un ligero retardo mental. Por ello, con su carné del Consejo Nacional de Discapacidades, sus padres lo registraron para recibir el Bono. Pero solo recibieron los USD 35 hasta julio pasado. “Con esa plata le compraba sus leches y medicinas. Hasta lo llevaba a las terapias… ya no puedo hacerlo porque tampoco tengo trabajo”.
Asimismo, en Azuay igual hay quienes dicen estar fuera de la base de datos y otras que tras las encuestas no salieron favorecidas.
Georgina Heras, de 18 años, es una madre soltera del cantón Pucará. Ella cuenta que el año anterior fue encuestada y hasta el momento no recibe el Bono.
En cambio, Alicia A., de 52 años, luego de tres años de recibir la ayuda estatal desde el mes anterior no consta entre los favorecidos. Ella presentará alguna documentación a la Subsecretaría para que analice su situación y reactiven la asistencia económica
María Talledo es una empleada doméstica, de 37 años, de Santo Domingo de los Tsáchilas. En su trabajo le pagan USD 130 mensuales. Con estos recursos paga el arriendo de una casa. También compra alimentos para ella y su hija. Desde junio de 2007, cobraba el Bono de Desarrollo.
Susana García, responsable del Programa de Protección Social en Santo Domingo, dijo que 5 322 personas salieron de los listados (en el país quedaron fuera alrededor de 150 000). Explicó a las madres que reingresen sus datos en la web del MIES y esperen resultados hasta diciembre cuando se consolide el nuevo padrón de beneficiarios.
Los indicadores
En ningún caso, dos personas de una misma familia (esposo y esposa) pueden recibir el Bono. Para determinar a los beneficiarios se consideran 30
parámetros: tipo de vivienda…
El Registro Social es un catastro de información individualizado por familias. Deja saber la clasificación socioeconómica.