Redacción Machala
Una serie de deslaves dificultan el paso desde Machala hacia los cantones Balsas y Piñas, en El Oro. Los deslizamientos se registran desde el pasado domingo en el sureste y noreste de la provincia.
Los derrumbes ocasionan molestias entre los agricultores de ambas jurisdicciones, por el impedimento que tienen para sacar sus productos.
En Piñas, las precipitaciones destruyeron la infraestructura de cinco granjas avícolas y dejaron incomunicados a caseríos de la zona, en los últimos días.
La maquinaria del Consejo Provincial de El Oro y de los municipios afectados trabajaban hasta ayer en la remoción de la tierra acumulada, para habilitar el paso en las vías.
También se obstruyó el acceso al cantón Atahualpa, porque a la altura del caserío San Vicente, la carretera se cortó.
Los aguaceros también ocasionaron daños en varios tramos de la red de agua potable de Piñas. El colapso de los obsoletos ductos de asbesto cemento generó escasez del líquido en sectores periféricos de la ciudad.
Según el alcalde de Piñas, Joseph Cueva, se realizará la reparación urgente de la red de distribución de agua potable. “No podemos hacer más, hasta concretar los recursos del nuevo sistema de provisión del líquido”.
El fuerte aguacero que se registró en Balsas ocasionó deslizamientos en tramos de la vía que conecta con Loja. Enormes piedras y un lodo espeso obstruyeron el paso vehicular.
Maquinaria y obreros municipales limpiaba hasta ayer los escombros, para habilitar provisionalmente el tránsito en la carretera. El alcalde Silverio Maldonado reconoció que el problema es complicado y cuenta con pocos recursos económicos.
Quienes usan frecuentemente las carreteras que enlazan a la capital provincial con Piñas y Balsas transitaban ayer con precaución. “La vía está muy peligrosa, porque es estrecha y hay deslaves en varios tramos”, dijo Patricio Jaramillo, conductor de un taxi.
Los deslaves son recurrentes durante el invierno en las vías que conducen a los cantones Piñas, Balsas, Marcabelí, y Atahualpa y en los caminos que llevan a sus parroquias.
El pasado 10 de febrero, un fuerte alud cubrió parte de la vía que conduce a Balsas. El lodo que tapó la calzada arrastró un vehículo con cinco personas dentro. Una mujer, de avanzada edad, murió sepultada tras ser arrastrada por el lodo.
Desde el domingo pasado, mientras la maquinaria municipal limpia en un sitio la vía, se reportan deslizamientos en otros lugares. Por esa razón, la circulación vehicular es restringida, especialmente en las noches.