Redacción Loja
En dos meses, quienes viven en el cantón fronterizo de Macará tendrán más agua potable en sus casas. Para cumplir este objetivo, el consorcio Araujo-Sotomayor ya tiene listo el 76% de las obras del Plan Maestro de Agua Potable.
El proyecto empezó hace más de un año y el financiamiento se definió luego de la firma de la paz entre Ecuador y Perú.
En el barrio Bello Horizonte, donde viven 50 familias, el agua se almacena en tanques de lata, en tinas o en ollas. Las amas de casa vigilan de forma permanente si el líquido llega a sus hogares.
A 5 kilómetros del lugar, en la parte alta de la ciudad, unos 20 hombres aceleran la construcción de la planta de tratamiento del agua captada en el sitio Mataderos, a 17 kilómetros de distancia. La obra tiene un avance del 70%. La planta de captación está lista en un 60% y la red de conducción ya está acabada.
La construcción del Plan Maestro cuesta USD 2,8 millones y está previsto que la primera etapa concluya en noviembre. Eso permitirá entregar 50 litros de agua por segundo, de los 80 que requiere esa ciudad fronteriza, de 18 000 habitantes.
Los otros 30 litros por segundo se obtendrán con la construcción de la planta de captación de Jorupe. Esta obra cuesta USD 700 000 y hasta el momento no hay financiamiento.
Con la construcción parcial de la primera fase, el Municipio está suministrando alrededor de 35 litros de agua por segundo. “Anteriormente, se entregaban 25 litros de líquido por segundo, proveniente de pozos subterráneos”, dice el alcalde, Pedro Quito.
Para el director del Hospital Binacional de Macará, Vicente Ayala, la dotación de agua potable para la ciudad es la obra más importante. “Permitirá garantizar la salud de los macareños”.
De acuerdo con los datos que tienen las autoridades de Salud, la salmonelosis es una de las principales enfermedades que afectan a los vecinos de esa zona fronteriza. “Desde hace años sabemos que para hacer frente a ese problema se necesita mejorar las condiciones hidrosanitarias”, asegura el médico lojano.
Pero hasta que no concluya totalmente el Plan Maestro de Agua, Carmen Atocha, moradora del barrio Centenario, sigue lamentándose por la deficiencia del servicio. “Cerca de tanta agua y muriéndonos de sed”.
Se refiere a que el río Macará pasa cerca de la ciudad y en los hogares el agua solo llega una o dos horas por día. “Un día entero no recibimos ni gota de agua, para las necesidades tenemos que salir a molestar a los vecinos de la parte baja”, asegura Atocha.
Esta situación se repite en los barrios Centinela del Sur y Santa Marianita, ubicados en la parte alta de la ciudad. En este sector habitan unas200 familias.
En el resto de la urbe, el suministro llega de 06:00 a 09:00 y en la tarde dos horas de forma esporádica. Esta situación mejoró desde hace un par de meses, con el funcionamiento parcial del agua captada en Mataderos.
Para el presidente de la Cámara de Comercio de Macará, Milton Jiménez, hoteles y restaurantes perdieron por la limitación del servicio. Según él, lo que se requiere es que se cumplan ambas etapas del Plan Maestro.