Ciudad de México. ANSA
El temporal que azotó en los últimos días a la capital de México sigue afectando a miles de personas.
2 personas
fallecieron por las riadas en la capital mexicana. Otras tres están desaparecidas.Más de 1 000 familias damnificadas por las inundaciones en una extensa zona de clase media de la periferia norte del Distrito Federal sufren escasez de comida y agua, mientras el nivel de las aguas baja lentamente.
La ruptura de un ducto de aguas negras, llamado Emisor Poniente, a causa de una tormenta que afectó la madrugada del lunes a la metrópoli, provocó que en unos segundos las viviendas se vieran inundadas de agua, lodo y piedras, muriendo al menos tres personas.
Decenas de automóviles, algunas lujosas furgonetas y autos BMW o Mercedes, fueron destruidos al impactar entre sí a causa de la avalancha.
Los vecinos del barrio Valle Dorado urgieron a las autoridades para dotarlos de agua, comida, detergentes y sobre todo apoyo para lavar sus cisternas y depósitos. Estufas, hornos de microondas y refrigeradores fueron destruidos por el agua, que llegó hasta casi los dos metros de altura.
Brigadas sanitarias recorrieron ayer la zona para evitar una epidemia, mientras el hedor del lodo era insoportable. Los brigadistas vacunaron a los lugareños contra el tétanos, mientras la población afectada recibía víveres y cobijas, entre otros enseres. Al menos 1 500 viviendas resultaron dañadas a causa de la lluvia.
Mientras tanto, un anciano ahogado en su vivienda elevó a dos el número de muertos por las severas inundaciones en la periferia norte de la capital mexicana, por las lluvias y la ruptura de una tubería de aguas residuales, informaron las autoridades. Asimismo, tres personas más permanecen desaparecidas.
El cadáver de Jesús Badillo, de 84 años, fue localizado en el fraccionamiento Valle Dorado del Estado de México, donde agentes del Ministerio Público y socorristas recorren en lancha y vehículos anfibios las calles que quedaron convertidas en ríos.