María Paula Romo: ‘No creemos que la Asamblea ponga en peligro la economía’

María Paula Romo, ministra de Gobierno. Foto: archivo/ EL COMERCIO

María Paula Romo, ministra de Gobierno. Foto: archivo/ EL COMERCIO

María Paula Romo, ministra de Gobierno. Foto: archivo/ EL COMERCIO

Entrevista a María Paula Romo, ministra de Gobierno

¿Hay una figura legal para que el fondo con aporte de empresas y empleados lo maneje la sociedad civil?

Tenemos un escenario en donde todos los factores negativos confluyen: se caen las exportaciones, los oleoductos, el precio del petróleo, no tener reservas, no tener moneda propia... Frente a esto no se trata solamente de pensar en una recaudación para un tema en concreto, sino en un plan para la economía. Muchos de los puntos que el Presidente ha planteado tienen que llegar a un proyecto de ley. Muchos expertos nos dicen que la realidad supera la legalidad. Muchas cosas irán a la Asamblea pero otras no, como los bonos de protección familiar, este mes se paga a 440 000 familias y el próximo mes se incorporan 500 000.

¿La renegociación de la deuda externa que propone el Presidente la hará un negociador profesional?

Hoy lo que diferencia un poco al panorama general es que el mundo entero está en un problema muy grande. Entonces no es solamente Ecuador el que se plantea revisar las condiciones para sus pagos, esto va a pasar en el mundo entero. La economía global así como la economía local van a necesitar flexibilidad. Esto va desde el señor que me arrienda la casa hasta el tenedor de deuda. El ministro Richard Martínez está conformando un equipo que fortalecerá las negociaciones internacionales tanto por el tema de la deuda como por el financiamiento. También hay que reconocer que el Ecuador ha hecho un esfuerzo muy grande para recuperar el valor de la palabra, incluso decisiones últimas que fueron criticadas precisamente nos van a servir como una carta de presentación de nuestra seriedad, de nuestra voluntad de honrar las deudas y estamos seguros que van a permitir renegociar las deudas y también tener nuevo financiamiento.

El Presidente habló de tres crisis: sanitaria, económica y social. Para eso tiene que ir a la Asamblea para que le aprueben tributos. ¿No se plantea ahí mismo una crisis política?

Si no se toma una medida, está en juego la economía del país, la posibilidad de que millones de personas entren en pobreza, está en juego la dolarización. Si simplemente pensamos que la Asamblea puede seguir disponiendo en dónde pagar bonos especiales e ir bloqueando cualquier posibilidad de obtener recursos, eso es insostenible y para nosotros es un escenario que pondría en juego la existencia misma del país como lo conocemos. Nos resulta imposible pensar en el escenario de que esta ley no sea aprobada. No creemos que la Asamblea vaya a poner en peligro la economía del país y la posibilidad de sostener a millones de personas.

¿Cómo salir del escenario en el que los políticos solo piensan en su estrategia de un año electoral?

En esta situación tan grave no hay ganadores, si se obstaculiza o si se impide la ejecución de este plan. De hacerlo en la Asamblea, nadie estaría en un escenario de ganadores y perdedores, no hay más camino que el de arrimar todos el hombro y el de reajustar nuestras condiciones de convivencia y renegociar las relaciones económicas. Debemos hacerlo con justicia, con flexibilidad y razonabilidad, no hay otro camino. Este es el camino.

Optaron por el camino más complicado, pedir a la Asamblea que apruebe tributos, cuando hay partidos opuestos a esto...

No hay otra forma (hay un largo silencio).

¿Así, de plano?

No es la más complicada. Es la que hay. O todos ponemos de nuestra parte para hacer un fondo común y que de él se pueda dar protección social y mantener vivo el tejido económico, o si alguien tiene otra opción sobre cómo se hace, que nos la cuente. Porque para los diferentes escenarios hay diferentes supuestos, está la idea de que el Gobierno inyecte recursos en la economía, eso exige que el país los tenga, y ese es un escenario que no existe para el Ecuador, es un país sin reservas. Vamos a tener financiamiento internacional, renegociación de deuda y recaudación de deuda, si no se cumplen todas estas condiciones no hay viabilidad para mantener vivo el tejido social y económico en este momento.

Hay la sensación de que algunas medidas fueron paliativas. Hay dos ejemplos: la Fuerza de Tarea que ha recogido todos los cadáveres que estaban en Guayaquil. Otra, el cierre de las fronteras y los aeropuertos. ¿No contaban con la información adecuada para prever los escenarios?

Siempre es más fácil criticar cuando ya ha pasado algo y decir esto se tenía que haber hecho antes o después. Tomamos las decisiones de manera equilibrada, aconsejada por los expertos, valorando cuándo era el momento, que era lo que tenía que pasar. Ni un solo país ha logrado evitar que entre el virus. En el tema del aislamiento de las medidas de restricción, la cancelación de clases, creo que lo hicimos de manera temprana y oportuna. Para nosotros hay un dilema, tenemos que lograr un porcentaje importante de la población, pero no el aislamiento total, porque el 100% de la población implicaría otro tipo de asfixia para el país, económica y operativamente.

Hoja de vida

La Ministra de Gobierno tiene 40 años y está en ese cargo desde el 3 de septiembre del 2018. En el 2004 fundó el movimiento Ruptura de los 25. En el 2007 fue asambleísta constituyente y también legisladora en el periodo 2009-2013. Formó parte del buró político de Alianza País. Es abogada por la Universidad San Francisco de Quito y tiene un PhD en la Universidad de Salamanca, España. 

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