María Fernanda Espinosa pidió a la Comisión de Fiscalización que archive el proceso de juicio político en su contra. Foto: EFE
La excanciller María Fernanda Espinosa pidió a la Comisión de Fiscalización que archive el proceso de juicio político en su contra y defendió la naturalización concedida al hacker australiano Julian Assange, quien permaneció asilado casi 7 años en la Embajada de Ecuador en Londres.
El tema forma parte de una de las causales que esgrimen asambleístas de CREO y el PSC, quienes la acusan de haber incumplido con sus funciones y buscan que sea censurada por el Parlamento.
La Comisión de Fiscalización agotó ayer la etapa de pruebas de cargo y de descargo, y el próximo lunes se reunirá para elaborar un informe, luego de analizar la información que Espinosa –quien está fuera del país- remitió por escrito.
Sobre la naturalización de Assange, catalogada de irregular por el propio Gobierno, Espinosa argumenta que actuó “en el marco de las competencias de dirección de política exterior del Jefe de Estado y de su Canciller”.
Sostiene que el objetivo fue “buscar una solución adecuada para poner fin a su condición de confinamiento (que tenía Assange), haciendo uso de las herramientas jurídicas constitucionales y diplomáticas existentes”.
“Cuestionar la naturalización como “negativa”, “lesiva” o “política”, es una simplificación que olvida que el mismo hecho constituye una prueba a favor del Estado ecuatoriano en su interés real, concreto, manifiesto y explícito de encontrar una solución de beneficio para las partes”, agrega.
Espinosa subraya que “la decisión jurídica y política fue de carácter de Estado, con la debida consulta al Presidente de la República”. Y también justifica el intento de haberlo designado como diplomático ecuatoriano, lo que fue rechazado por Londres en 2017.
La excanciller, en el escrito de 69 páginas y que adjunta información voluminosa, también arremete contra sus interpelantes, a quienes acusa de “una actitud anti-nacionalista, de desdén por el multilateralismo, de irrespeto a la imagen y nombre del país, y una falta de solidaridad y sentido de nación”.
Espinosa añade que ejecutó “más de 50 acciones estratégicas relativas a las relaciones con Colombia, la situación en la frontera norte y los lamentables secuestros y asesinatos de militares y periodistas” que se registraron el año pasado.
“La coordinación e intervención operativa en un proceso de negociación en el caso de un secuestro, le corresponden a los órganos de seguridad, defensa e inteligencia, sin perjuicio de las acciones en el ámbito judicial”, agrega.
También niega haber desatendido a los migrantes ecuatorianos que residen en Venezuela y niega haber tenido una posición “parcializada” hacia el Régimen de Nicolás Maduro.
“En su momento expresé que el principio de no injerencia, no quiere decir indiferencia. Venezuela es un hermano país latinoamericano y nosotros auguramos siempre que exista un proceso de reconciliación nacional que beneficie a los venezolanos”, acota.