Monseñor Marcos Aurelio Pérez Caicedo asumió como nuevo Arzobispo de Cuenca. Fotos: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO
En la Catedral de la Inmaculada, monseñor Marcos Aurelio Pérez Caicedo asumió la mañana de este sábado 6 de agosto de 2016 como nuevo Arzobispo de Cuenca. Es el sexto en ocupar este cargo, que también tiene jurisdicción religiosa en Azogues, Machala y Loja.
Pasadas las 10:00 se inició una ceremonia eucarística en esta iglesia, ubicada en el Centro Histórico de la capital azuaya. Fue presidida por Giacomo Guido Ottonello, nuncio Apostólico en el Ecuador.
Él impuso el palio Arzobispal a Pérez Caicedo. Es una banda en forma de collarín adornada con siete cruces bordadas en seda, que va sobre la sotana, y que representa la comunión. Este ornamento fue entregado el pasado 29 de junio de 2016 por el Papa Francisco. El palio fue bendecido por el Pontífice el 21 de enero en el Día de Santa Inés.
La Catedral Nueva, como también es conocida, estuvo llena de devotos de grupos católicos como Juan XXIII y delegaciones del Austro, así como de autoridades locales. En las ocho pantallas de este templo, a través de un sistema de circuito cerrado, se transmitieron todos los detalles de la ceremonia, que duró más de dos horas.
Antes de la celebración eucarística se realizó una procesión, que recorrió desde la Catedral Vieja hasta la Nueva. En el parque Calderón se ubicaron decenas de fieles. En el recorrido participaron religiosos, obispos, arzobispos como Luis Gerardo Cabrera y el nuncio apostólico Giacomo Guido Ottonello.
Ellos acompañaron al nuevo arzobispo de Cuenca, Marcos Pérez, nacido hace 49 años en Daule. Él fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1992 y consagrado Obispo el 10 de junio de 2006.
Pérez lució una sotana blanca que representa la pureza del alma lavada por el bautismo. También, llevó la mitra y el solideo, que simbolizan la protección de Dios, pureza y justicia.
Pérez es vicepresidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. Antes se desempeñó como Obispo de Babahoyo, rector y profesor del Seminario Diocesano de Guayaquil, entre otros cargos como párroco en diferentes parroquias ecuatorianas.
La Arquidiócesis de Cuenca permaneció más de seis meses sin una máxima autoridad religiosa, tras el cambio de Luis Gerardo Cabrera a la Arquidiócesis de Guayaquil.