Washington Carrillo G.
A propósito de las dos últimas marchas contra el Gobierno y de las que se anuncian para un futuro inmediato me permito realizar las siguientes reflexiones.
Todas las personas y grupos sociales o políticos tienen el legítimo derecho de realizar movilizaciones a favor o en contra del gobierno de turno.
Eso es parte de la democracia. Sin embargo, no tienen el derecho de querer imponer sus tesis a la fuerza y amenazar con levantamientos o con revocatorias del mandato en caso de que el Gobierno no acepte sus peticiones.
El Gobierno fue legítimamente electo por la mayoría del pueblo y por lo tanto debe cumplir el período de cuatro años para el que fue designado. Si los grupos que no están de acuerdo con el Gobierno quieren imponer las suyas, lo democrático es que las promuevan y que participen en las próximas elecciones, y si la mayoría del pueblo los elige, entonces sí tendrán la legitimidad de imponerlas.
No es democrático ni legítimo que los grupos que no ganaron las elecciones, quieran imponer sus tesis a través de amenazas o medidas de presión.