Los dueños de negocios del Centro Histórico se han visto afectados en sus ventas los días que existen manifestaciones sociales. Así lo denuncia Manuel Delgado, propietario de un bazar en la calle Guayaquil.
Él dice que los días cuando hay protestas, la gente deja de ir a comprar. Además, por la bajas ventas ha tenido que cerrar su negocio hasta tres horas antes de lo habitual. Hoy por ejemplo cerró a las 16:40, porque a las 17:00 la marcha de las agrupaciones indígenas pasó frente a su local.
De hecho, en esa avenida existen mas de 300 negocios, la mayoría son familiares. Por ejemplo, el local de Edmundo Bonilla, en el que vende sombreros desde hace 50 años. Él afirmó que no cerró su negocio por la protesta de esta tarde, pero tampoco espera que haya clientela. “La gente ya no viene porque ni buses hay, todo es muerto”, señaló.
En tanto, en negocios más grandes la realidad es otra. En un local de electrodomésticos sus empleados no tienen la orden de cerrar. Lo mismo ocurre con un almacén de ropa en la calle Flores. Por esa ruta el pasado miércoles la marcha de movimientos indígenas retorno al norte de la urbe.
Hoy también se espera ese mismo recorrido. Uno de los empleados dice que solo cierran mientras la marcha pasa, luego siguen atendiendo con normalidad. Así hicieron el miércoles. Sin embargo, en esa ocasión, la mayoría de los comerciantes cerraron las puertas lanfort antes de que los militantes crucen.
Otro de los afectados es Ricardo Tuqueres, dueño de una joyería. El también ha tenido que cerrar por las protestas, hoy también lo hizo. Sin embargo, señala que no solo las pérdidas se registran en las ventas. Las fachadas de los comercios también se han visto afectados. “Hay personas que rayan las paredes o pintan grafitis”, añadió.
Los comerciantes piden a las autoridades que también vigilen los negocios y que los días que se desarrollen estas actividades sean notificados, ya que solo se enteran por los medios de comunicación.